5 diciembre, 2025

5 diciembre, 2025

¡Ya no entiendo a mi hija!

Cada vez es más difícil para los padres comprender las auto percepciones o ideas de la gente joven… pero no imposible

El Caminante buscó en su lista de contactos el número de Doña Cristina, una señora que prepara muy buenos tamales en hoja de plátano y en hoja de acelga.

La llamada entró y el celular aquel todo estrellado empezó a timbrar. Sorpresivamente respondió una voz de mujer joven en vez de la de una señora de 46 años.

– Hello, ¿who is this? – dijo la juvenil voz en perfecto inglés, a lo que el Caminante trató de contestar correctamente. – jeee ¿…lou? – ¡Dame acá ese celular huerca babosa! – se escuchó por la bocina exclamar a doña Cristina – ¡buenooo si! habla Cristina.

– Doña Cristina soy yo su ‘ex vecino’, para ver si hoy hizo tamales, quisiera una docena de hoja de plátano …¡mitad puerco y mitad pollo!

– Si, si tengo pero no tengo con quien mandárselos ¿podría pasar por ellos? – Ah si, no se preocupe ahí paso por ellos en media hora.

Intrigado por la extraña llamada, el Caminante colgó y minutos después subió a su bicicleta y partió rumbo a la casa de Doña Cristina, que recién se había mudado a dos colonias de distancia, allá por el sur de la capital.

Tras pedalear unos minutos finalmente llegó al domicilio de su ‘ex vecina’. Se detuvo frente a la casa y tras tocar el timbre dos veces, desde una ventana de la segunda planta se asomó sin hablar, una persona como de 15 años. – ¡A’i voooy! – gritó doña Cristy e instantes después salió por la puerta cargando una bolsa de plástico con los sabrosos tamales que ella sabe hacer envueltos en papel aluminio.

– ¡Ah ya ve! me dijo que no tenía con quien mandar los tamales y ahi clarito vi a su hijo – reclamó burlonamente el vago reportero. – Nombre no es hijo, es m’ija Naxhieli, la que acaba de salir de la secundaria.

– ¡Ups! discúlpeme pero ‘deatiro’ pensé que era un muchachito. – ¡Ay ya ni me diga! ¡Ya no sé qué hacer con esta muchachita! todos los días sale con algo nuevo.

Ahorita por ejemplo no quiere hablar más que en inglés. – ¿Está estudiando en alguna escuela de inglés? porque si es así es muy normal que los profesores les pidan practicarlo – le comentó el Caminante.

– Ojalá eso fuera, pero no, anda con esa mafufada porque dizque lo vio en un reto de ‘tictoc’ y ahora ya no puedo ni mandarla a las tortillas porque ni caso me hace.

– ¡Ah caray! bueno pero pues ya se le pasará, a esa edad uno agarra muchas ondas raras siempre – la consoló el Caminante.

– Hubiera visto con lo que salió hace unos meses. – ¿Pues qué hacía o qué? – preguntó intrigado el Caminante.

– ¡Ay no hasta pena me da! pues quesque ya no iba a comer nada ‘que hubiera sufrido’ osea ni pollo, ni res, ni puerco, ni pescado ¡ni huevos! y se me empezó a poner muy flaquita, luego quesque un reto de andar en la casa con una venda en los ojos.

– ¿Como en ‘Birdcage’? – ¡Esa misma palabrita me decía ella! ‘virqueich’ pero ya después de darse dos porrazos, uno en la escalera y el otro en el baño dejó de hacerlo.

Pero eso es lo que menos me preocupa oiga – dijo la señora al tiempo que se le quebraba la voz – ahora salió con que no se siente mujer.

– ¿Entonces qué se siente? ¿hombre? – Al principio que era ‘nombinario’, luego que es mitad ‘trans’ y mitad ‘fluido’ y que siempre si es mujer, pero que cis-género ¡ay no! ¡si viviera mi difunto esposo quién sabe como le iría con su papá! – No se preocupe doña Cristy, esas ideas ahora son normales, incluso aceptadas, yo se que a usted o a mi nos suenan difíciles de comprender, pero no hay nada de qué alarmarse.

– Es lo que me dice mi cuñado, que son etapas de ‘la chaviza’ de hoy, pero por ejemplo, ella en su ‘guasap’ y en su ‘feis’ pone unas fotos muy arregladas con muchos filtros, y tan es así, que ya no quiere salir a la calle, porque ya casi no se parece nada a las fotos que publica, luego se pasa semanas en su cuarto ¡ni se baña! ¡y tengo mucho miedo que se me vaya a ‘chisquear’! – No creo que eso pase, pero como es menor de edad, si tiene usted la responsabilidad de acercarla a un terapeuta, alguien que le ayude a organizar sus ideas.

– ¿Como un psicólogo? una sobrina de mi comadre es psicóloga, se me hace que voy a platicarlo con ella. – ¡Ándele muy bien! pero no se altere, todo a su tiempo toma su lugar y le aseguro que su hija no tiene nada malo, solo necesita un poco de atención.

– ¡Ay vecino muchas gracias! deveras que me quita usted un peso de encima ¡Ya no hallaba a quién platicárselo pero con seriedad.

El Caminante se despidió de Doña Cristina y se retiró. Ojalá logre comunicarse con su hija y llegar a un entendimiento sin etiquetarla con ideas dañinas. Demasiada pata de perro por esta semana.

POR JORGE ZAMORA

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