CIUDAD VICTORIA, TAM.- El 25% de los ciudadanos que podrán votar el 2 de junio en Tamaulipas son jóvenes, la gran mayoría incluidos dentro de la llamada Generación Z, cuya relación con la política todavía es un misterio para los partidos políticos y candidatos.
Por ello, su comportamiento en las urnas es indescifrable. Las cifras del último corte de la lista nominal del Instituto Nacional Electoral revelan la trascendencia del voto joven. En total, de los 2 millones 850 mil ciudadanos que podrán participar en la elección, 719,137 tienen entre 18 y 29 años de edad.
De ese universo, 44,905 tienen 18 años y 57,946 tienen 19 años. Se trata de jóvenes que cuentan por primera vez con una credencial de elector para votar en la entidad.
Luego, hay un amplio sector de potenciales votantes de entre 310,873 ciudadanos de entre 20 y 24 años de edad. Y después se registra otro grupo de 305,410 personas de entre 25 y 29 años de edad. Se trata de un amplio grupo poblacional que mayormente se identifica como centennials parte de la Generación Z.
Estudiantes, empleados, emprendedores, con características muy distintas entre sí, pero que acaso tiene en común un bajo interés por los esquemas tradicionales de la política.
Los resultados de la última elección federal confirmaron que las nuevas generaciones no se identifican con partidos políticos, si acaso, se sienten atraídas por algunos proyectos específicos o personajes.
El estudio La confianza y la participación de la juventud en la democracia realizado por el Instituto Nacional Electoral, refleja que en las elecciones de 2018, 26.7% de los jóvenes de entre 18 y 29 años se manifestaron identificados con Morena, 14.1% con el Partido Acción Nacional (PAN) y 8.9% con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Mientras que 44% de los encuestados dijo que no se identificaban con ninguna fuerza política Al preguntarles por qué candidato votaría en los comicios de 2018, 38.4% dijo inclinarse por Andrés Manuel López Obrador, de la alianza Morena, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social; 21.9% manifestó preferencia por Ricardo Anaya, de la coalición PAN, PRD y Movimiento Ciudadano; mientras que 9.7% expresó su simpatía por José Antonio Meade, del bloque PRI, Partido Verde, Nueva Alianza.
Es decir, casi la mitad de los jóvenes afirmaron no tener identificación con ningún partido, pero a la hora además ir a votar la mayoría de los indecisos lo hizo por López Obrador y después por Ricardo Anaya.
Aunque no hay encuestas recientes que retraten las preferencias electorales de los jóvenes de cara a la elección del 2024, especialistas estiman que una vez más, se alejarán de los partidos para votar por personajes.
Dos elecciones recientes se han resuelto bajo esa lógica, una en el ámbito nacional, y otra en el internacional.
En el 2021, en Nuevo León, Samuel García empezó en el tercer lugar en las encuestas y rápidamente escaló hasta la primera posición que finalmente refrendó en las urnas, apuntalado por un voto juvenil.
Especialistas recuerdan que fue el candidato que mejor entendió el uso de las redes sociales y se apoyó además en la imagen de su esposa, la influencia Mariana Rodríguez, influencer muy conocida en Instagram.
“Es un activo publicitario ella, no tiene una agenda política ni posiciones políticas, ni nada que se le relacione”, manifestó la doctora Cintia Smith, en un encuentro organizado por el Tecnológico de Monterrey.
El otro caso, más reciente, ocurrió en Argentina con el triunfo del polémico candidato Javier Milei, un economista que aparecía en televisión y se volvió viral en redes sociales, sin tener ningún pasado de militancia partidista.
El voto de los jóvenes también se decantó de manera abrumadora por su opción política de ruptura. Alejandro Moreno, Profesor del Departamento de Ciencia Política del ITAM y encuestador desde hace décadas, desmenuzó la relevancia de los votantes más jóvenes.
“Me da la impresión de que los partidos todavía no tienen la menor idea de cómo hablarle a esta nueva generación, mucho menos de cómo pedirle su voto.
La generación Z es el desafío electoral, el reto que los partidos tienen por adelante.
Ya otras instituciones, empresas y universidades están tratando de entenderlos: saber quién es y qué caracteriza a la genZ es un asunto mayor, un asunto de adaptación a una nueva realidad”, publicó recientemente.
Reitera que la generación Millenial ya cedió su lugar a los centennials, cuyos rasgos políticos son aún más complejos de descifrar.
“No es lo mismo haber comenzado a entender sus hábitos de consumo, su gusto por la privacidad, sus estilos diferentes de tomarse una selfie, que verlos en plena acción política. El 2024 nos dará la oportunidad de verlos en vivo y a todo color, o por lo menos a través de TikTok”.
Entre las principales características de la Generación Z hay tres que resaltan todos los especialistas, y que podrían explicar sus principales demandas para los líderes políticos.
En Tamaulipas, por ejemplo, todos ellos crecieron en medio de una grave crisis de inseguridad, con muy altos índices de violencia, sobre todo entre el 2008 y 2014, por lo que, desafortunadamente, los índices delictivos elevados forman parte de su normalidad.
Segundo, se trata de una generación que mayoritariamente se desarrolló ya bajo una apertura democrática, sin la hegemonía de un solo partido en el poder, por lo que conoce bien las alternancias.
Y finalmente, son jóvenes que ven su futuro con pesimismo: con escasas posibilidades de acceder a una vivienda, sin una pensión asegurada, y en general con retos económicos mucho más complejos que los que tuvieron sus padres.
POR STAFF