Capitalizar electoralmente el crimen de Edgar Noé Ramos Ferreti, con base en invenciones, parece ser la estrategia del Partido Acción Nacional (PAN) al culpar al gobierno estatal y Movimiento Regeneración Nacional (morena) de estar involucrados.
En voz del dirigente nacional del membrete albiceleste, Marko Antonio Cortés Mendoza; Francisco Javier e Ismael García Cabeza de Vaca; César Augusto Verástegui Ostos y Gerardo Peña Flores, hasta donde observo, se ha puesto en marcha una maniobra de victimización atendiendo esta teoría del político nazi Paul Joseph Goebbels: “Una mentira repetida mil veces, se convierte en verdad”.
Sin embargo, ese juego perverso ha quedado al descubierto porque el autor material del crimen (Eliud Guadalupe ‘M’) ya está confeso y vinculado a proceso.
La declaración del homicida, por la secrecía en la investigación aún no es revelada, pero ha trascendido que ese asesinato nada tiene qué ver con el proceso electoral ni con aspectos políticos, como lo afirmara (el domingo que nos antecede) el secretario estatal de Seguridad Pública.
Así que no hay quien les crea a los neopanistas que pretender lucrar con el homicidio de quien fuera presidente municipal de El Mante.
Menos cuando, históricamente, el PAN ha tenido una conducta infame en los procesos electorales aquí en Tamaulipas.
Ahora, ante la falta de propuestas y de argumentos convincentes para ganar las contiendas presidencial, al Congreso de la Unión, ayuntamientos y al Congreso local, quiere victimizarse –haciéndoles creer a los 2 millones 848 mil 971 electores que atrás del crimen de Noé están el gobierno estatal y morena–, pero, repito, sólo para tratar de capitalizar el homicidio.
Es lamentable su actuar.
Más todavía cuando dieron en politizar el atentado al mantense a sólo 48 horas de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le impidió ser candidato a diputado federal al ex gobernador.
Eso lleva a la sospecha, como igual el hecho de que a los 10 minutos del crimen en la colonia Azucarera ‘El Truko’ se apareciera en la escena de los hechos; y que media hora después bloqueara las carreteras, hasta con toldos, haciéndose acompañar de Gerardo Peña, acusando sin fundamento al gobierno y a morena del homicidio.
¡Cuánta perversidad!
Campañas
Salvo el quehacer proselitista que desarrolla Eduardo Abraham Gattás Báez –aquí, en su tierra natal, Ciudad Victoria–, en el resto de los municipios hay todavía, pasividad.
Algunos candidatos aducen hacer talacha en las redes sociales, pero los más aducen estar impedidos económicamente.
Allá en Reynosa, las cosas desfavorecen al membrete guinda por los conflictos originados por Carlos Víctor Peña Ortiz. Y, por cierto, hasta se dice que, por instrucciones de su madre (Maki Esther Ortiz Domínguez), decidió jugarle las contras a morena en los cuatro distritos electorales, en apoyo al Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
En Nuevo Laredo, la insuflada alcaldesa Carmen Lilia Cantúrosas Villarreal presume tener el control político-electoral.
Pero el corporativo que promociona a Yahleel Abdala Carmona opera fuerte.
Igual ocurre en Matamoros, donde la marca morena ha sentado sus reales, aunque el candidato a la alcaldía Alberto Granados Favila no logra convencer y su contrincante albiceleste, Norma Leticia Salazar, avanza firme.
Fuego amigo
Circulan en las redes sociales, cualquier cantidad de comentarios hostiles hacia determinados candidatos a diputados locales. Y, por cierto, en contra de los más posicionados distritalmente, lo que me lleva a suponer que hay una estrategia (prefabricada) para que este proceso electoral cobre ‘tintes’ democráticos.
Cierto es que los morenazos, en lo individual, no crecen, apostándole al efecto lópezobradorista. Y quienes juegan por la alianza opositora, prácticamente, se sienten aniquilados.
Así que los ataques mediáticos, en contra los candidatos podrían generarlos las propias estructuras inconformen por no haber sido incluidas en las fórmulas, como claramente se ve en casos específicos del territorio estatal.
Allá en los distritos fronterizos, que son los más participativos en toda contienda, hay grupos de interés que ‘chaquetean’ y operan para que este proceso lo pierda morena, pues suponen que los candidatos, al no ser parte de su estructura, tampoco merecen su apoyo.
Acá en el corazón de la entidad se advierte el ‘fuego amigo’ en contra de José Braña Mojica, porque resulta un candidato incómodo para morena al lanzársele a la yugular, en otro tiempo, a sus ahora compañeros abanderados a otras posiciones.
De ahí el golpeteo animado por parte de quienes codician el poder, por simple capricho, o en aras de anular a quien consideran competencia.
POR JUAN SÁNCHEZ MENDOZA
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