TAMPICO, TAMAULIPAS.- Para conocer el grado de deterioro que tiene la Catedral de Tampico, es necesario contar con un proyecto ejecutivo para plantear su posterior restauración, aseguró la SEDUMA Tamaulipas.
Francisco Jassi Rojas, responsable de patrimonio histórico de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, dijo que ese inmueble presenta materiales desgastados por estar expuesto a la intemperie a lo largo del tiempo.
Señaló que efectuó un recorrido por 11 inmuebles para ver el estado en que se encuentra el patrimonio edificado de la ciudad.
«Dentro del recorrido que hemos hecho en estos días se hizo énfasis a la visita a la Catedral de Tampico ya que existe el interés tanto de un patronato como de las autoridades eclesiásticas y de la secretaria de desarrollo urbano y medio ambiente del estado, Karina Saldívar Lartigue por atender el tema tanto del centro histórico y la catedral», refirió.
Dijo que la Catedral y muchas otras edificaciones con más de un siglo de haber sido erigidas, las mismas condiciones del ambiente a las que están expuestas constantemente hacen que se vayan deteriorando con el tiempo y el uso.
«Lo que se busca es la integración de un proyecto ejecutivo que nos permita conocer el deterioro en el que se encuentra y también plantear las posibilidades para su intervención», mencionó.
Sobre los problemas que tiene la Catedral, dijo que «lo que hemos visto es que a lo largo del tiempo, por estar expuesta a la intemperie algunos materiales se han desgastado, el uso mismo del inmueble, algunas intervenciones o arreglos parciales que se han hecho a lo largo del tiempo y que muchas veces no corresponden al proyecto original, es necesario conocer muy bien el estado en el que se encuentra, el estado de conservación actual y que se desarrolle un proyecto integral de restauración», refirió.
Dio a conocer que los 11 edificios visitados requieren una intervención.
Entre los inmuebles están la parroquia de las Mercedes, donde se rescató la cúpula, el edificio Rex, el edificio Vélez, en condiciones muy criticas, entre otros.
Por Benigno Solís/La Razón