CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- En los últimos días, del Río Guayalejo se han clausurado unas cien tomas de agua ante la crisis hídrica que vive la zona conurbada de Tamaulipas, por lo que todo ese líquido será destinado a la red pública del sur.
Autoridades federales y estatales, entre Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), la Secretaría de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo de Tamaulipas, Guardia Nacional y Guardia Estatal, encabezaron el operativo en diferentes puntos del caudal donde pegaron sellos de clausura para evitar el uso del líquido de forma inmediata.
Por día se detectaron cerca de 40 tomas, mismas que sellaron para restringir su uso, que es agrícola principalmente y que ahora serán inyectadas a la tubería de los más de 800 mil tamaulipecos de la región sur.
De acuerdo a Raúl Quiroga Alvarez, secretario de Recursos Hidráulicos, el agua restringida a mismo número de concesionarios, estaría llegando a los municipios de Altamira, Madero y Tampico en aproximadamente unos 10 días.
Y es que el escurrimiento hacia las bocatomas de dichos municipios tomará todos estos días a partir de las restricciones efectuadas.
“El reporte que tenemos es que hay avances de hasta 40 usuarios que estamos poniéndoles el sello de clausura para efecto de poder llevar este gasto hasta las obras de toma”.
“Podemos hablar de unas 100 (tomas) que llevamos clausuradas”, expuso Quiroga Alvarez.
Así también detalló que habrá un operativo de seguimiento al agua por todo el Guayalejo, con la finalidad de evitar que algunos otros agricultores la tomen o la desvíen a su paso para su propio beneficio.
El funcionario estatal también destacó cómo es que entre las clausuras que pusieron en marcha se incluyeron productores agropecuarios y hasta empresas embotelladoras ante la poca factibilidad que existe del Río para abastecerlos.
Así también existe una coordinación entre todas las autoridades citadas para seguir con las clausuras de tomas, por lo que en los siguientes días muy seguramente habrá más restricciones.
“Hay órdenes de continuar con más inspecciones y con las clausuras de todos los aprovechamientos que encontremos ahorita en la margen del Río”.
Por último detalló que el agua rescatada no se inyectará a las lagunas debido a que nunca se llenarían estas y no se tendría beneficio positivo para aquella región, por tanto, fue más viable enviarla directa a los sistemas de toma de los organismos operadores de aquella zona para así redireccionarla a los usuarios.
Por Antonio H. Mandujano
Expreso-La Razón