La piel revela el tiempo y circunstancia, como un velado tejido que envuelve la festividad de la carne. En una magnifica muestra fotográfica, titulada “La Piel Revelada”, Fernando Chávez Salazar, fotógrafo originario de Tampico, Tamaulipas, nos cala de esa trasparencia perene y furtiva que es el cuerpo al paso de la mano, esta , en el instante divino del obturador que muestra la luz, ese toque mágico que hablaban los griegos que transforma el todo.
La exposición abierta al público recientemente en la Pinacoteca de Tamaulipas, es una muestra de la constancia y aplicación del trabajo fotográfico de Chávez Salazar, obra que integra a una instalación de trasparencias y fotografías de gran formato que nos invitan a ese cautiverio del placer de mirar y tentar el cuerpo de los hombres con la timidez de quien se enfrenta a una realidad de lo erotismo desde la visión, diría yo, de la tradición del cuerpo humano escultórico, y en algunas fases de expresión formal de las tentaciones corporales, en poses de la escultórica clásica y barroca, que se da en las posiciones de sus modelos, varones, que envueltos en el telón de fondo, parecen arrancadas de la fotografías de un buen libro de Histeria del Arte.
Es notoria la solución de esas formas de lo figurativo y académico del cuerpo, llevadas al producto fotográfico. Y en algunos casos se observa posiciones totalmente de museos clásicos, que el artista fitógrafo recrea para nosotros.
Lo interesante de esta serie de expresiones que nos conducen a sus revelaciones de una sensualidad que alterna en los velos impresos que ofrecen al espectador participar en el teatro del desnudo, donde su goce nos encierra entre los “cuatro muros” que el poeta Salvador Novo, nos sitúa en su espacio de soledad corporal y amorosa.
El fotógrafo ha creado pasillos con sus telares trasparentes que alternan las visiones de la fotografías fijas creando movimientos e interrelación de sus obras con el espectador. Esta claro que se participa del eterno, de estos bellos y fuertes cuerpos expresivos del desnudo masculino,
Casi todos ocultando sus partes nobles, y mostrando con efusión el área trasera con cierta timidez. La muestra revela las cualidades del fotógrafo como un creador en sus figuraciones que se crean e inventan en la medida que el lino impreso se mueve y se acerca al ojo y manos del espectador.
Por sus formas, nos encontramos con una Instalación de cuerpos fotografiados en un ritmo de posiciones de esculturas en banco y negro, que muestran más experiencia del artista en las soluciones gráficas.
Es sensible ciertas variaciones del Caravaggio, en una versión de su Medusa y la sensualidad del más extraordinario artista del Barroco, en cuanto a la audacia de su erotismo y belleza.
Estas visiones formales de Fernando Chávez Salazar, nos dicen de los senderos y la unidad de sus temas y los logros académicos y técnicos en algunas desafiantes capturas.
Tampico ha dado a México y al mundo, extraordinarias fotógrafos. Podemos decir que mucho del periodismo grafico de Tamaulipas y el noreste de México se ha formado en Tampico. Este joven artista Fernando Chávez Solazar va por buen camino de ojo a ojo que al fin hace el esquiito y fino del ciclope, que es el fotógrafo.
Invitamos al público a esta muestra en la Pinacoteca de Tamaulipas, en Ciudad Victoria, Tamaulipas, México.
Presentamos algunas de sus obras.
Por Alejandro Rosales Lugo