En la elección del 2022, Américo Villarreal Anaya logró una victoria histórica al convertirse en el primer gobernador morenista de Tamaulipas, y el candidato más votado.
Pero este 2 de junio del 2024 consiguió un logro más significativo en términos políticos: sin aparecer en la boleta, pero como líder de la 4T local, obtuvo los resultados electorales que necesitaba para tomar las riendas del poder en el estado, con cuatro años de gobierno por delante.
Múltiples factores jugaron a favor para conseguir los resultados apabullantes del domingo: la fortaleza del presidente López Obrador, la relevancia de los programas sociales, y, claro está, la manera en la que el gobernador movió las fichas en el tablero político para enfrentar este proceso electoral tan trascendental para su administración.
Por todo el territorio estatal se erigen ganadores -unos que hicieron bien su trabajo y otros que se dejaron arrastrar por la ola- pero seguro que Américo Villarreal Anaya será el depositario del capital político que arrojaron las urnas.
Morena y sus aliados gobernarán al menos 25 ayuntamientos, con lo que le basta y sobra para avalar las reformas a la Constitución de Tamaulipas, que ya podrá realizar en el Congreso gracias a que también contará con una sólida mayoría calificada.
Por lo tanto, además de eso, por fin estará en posibilidades de derribar todos los candados que dejó el antiguo régimen estatal en la estructura pública para tener acceso al presupuesto, conservar su presencia, y protegerse de la acción de la ley.
Con la hegemonía legislativa, el gobernador podrá diseñar el andamiaje de gobierno que considere más efectivo para llevar a cabo su proyecto de gobierno.
Ya no es imposible pensar en un nuevo Fiscal General que trabaje en mayor coordinación con el Ejecutivo, sin la sombra del pasado.
Ni hablar de la Fiscalía Anticorrupción, a donde ya no podrá aferrarse Raúl Ramírez Castañeda.
La Auditoría Superior del Estado podrá dejar de tener un titular interino, para designar a uno definitivo.
Lo mismo podrá ocurrir con la Comisión Estatal de Derechos Humanos, el ITAIT, o el Tribunal de Justicia Administrativa.
La mayoría calificada en el Congreso le daría incluso la posibilidad de ajustar tuercas en el Poder Judicial, donde todavía hay magistrados que responden exclusivamente a los intereses del gobierno anterior.
Estas herramientas para la gobernanza -sobra decirlo- implican también un alto grado de responsabilidad, y la necesidad de contar con cuadros eficientes, confiables y con un alto sentido de la ética para ocupar esas posiciones.
El logro político del domingo también se refleja en el avance de Morena en territorios que hasta hace poco le resultaban lejanos.
La victoria de Mónica Villarreal en Tampico -otrora bastión panista- es, sin duda, una de las notas más importantes de la jornada. La cereza para el pastel de un triunfo indiscutible.
Por. Miguel Domínguez Flores