El resultado de la elección concurrente confirma que Tamaulipas está firme en la construcción del segundo piso de la cuarta transformación. Y que hay todo un ejército de militantes y simpatizantes de Movimiento Regeneración Nacional (morena) dispuesto a trabajar con su líder político estatal Américo Villareal Anaya, en el proyecto de nación de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Salvo en contadas excepciones, en la víspera, la entidad quedó teñida de guinda –como lo confirman los dos programas de resultados electorales preliminares (federal y estatal)–, tras una votación histórica superior al 60% de la lista nominal.
Y ocurrió por tres motivos:
1) La alta aprobación ciudadana al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien, en la más reciente medición poblacional, se situó en casi un 70% de aceptación;
2) El liderazgo del jefe del Ejecutivo estatal, logrado en sólo 20 meses de ésta su administración pública humanista; y
3) El despertar del pueblo tamaulipeco para atender sus obligaciones y derechos cívicos de participar en la jornada comicial concurrente, porque lo hizo convencido de que es el mejor camino para privilegiar la democracia.
Los tres factores fueron determinantes al momento de la votación, aun cuando hubo intentos previos y durante la jornada comicial, por inhibir a los ciudadanos mediante amenazas telefónicas, la coacción y compra de votos a través de ‘operadores’ que, ante la presencia de la Guardia Nacional y de la Guardia Estatal, optaron por abandonar la empresa.
Algunos candidatos, sin embargo, creen que su triunfo fue producto de ‘la aceptación’ que tienen en sus distritos o municipios, siendo que ganaron sin hacer campaña, como bien lo reconoce el grueso poblacional.
Lo comento nada más para que se ubiquen.
Y es que se olvidan que en esta ocasión fue la marca lópezobradorista la que influyó en el ánimo ciudadano; y por supuesto, el ejercicio humanista del doctor Villarreal Anaya, quienes, aun sin aparecer en las boletas, dieron una cátedra de liderazgo.
El patrullaje desplegado en los 43 municipios del estado, dio seguridad a los electores que hicieron largas filas para cumplir su obligación cívica en un ambiente de fiesta, sin miedo, pacífico y altamente concurrente.
Observé –en las casillas que visité–, infinidad de adultos de la tercera edad, mujeres y jóvenes formados, pese al intenso calor que azotó durante el día, lo que me hizo suponer que el espectro del abstencionismo no sería tan marcado como en otras contiendas.
Así resultó. Ahí están los resultados primarios que no admiten dudas.
Por tanto, la alianza ‘Seguimos haciendo historia’, por lo que al estado respecta, estará representado en el Congreso de la Unión por 2 senadores de mayoría relativa y 7 diputados federales.
Y en la próxima LXVI Legislatura del Congreso local, por al menos 21 diputados, también de esa coalición que, por cierto, a la fecha suma 24 de los 43 ayuntamientos.
El rechazo
Hay que destacar que ese resultado electoral es producto, inevitablemente, del gran rechazo poblacional hacia los partidos Acción Nacional (PAN) y el Revolucionario Institucional (PRI) –el PRD ni cuenta–, aunque hay cuadros del tricolor que jugaron un papel digno. Como el candidato senatorial Arturo Núñez Ruiz, quien desplegó una campaña intensa, pero por su posición en la fórmula de ‘Fuerza y corazón por México’ quedó fuera,
En este sentido, reproduzco una reflexión que es atinada, remitida a mi correo electrónico:
“Haciendo efectiva la máxima democrática de que el voto da y el voto quita, la ciudadanía tamaulipeca votó masivamente para premiar los gobiernos humanistas de morena, y para castigar a los partidos que, como el PRI y el PAN, se han caracterizado por beneficiar a las élites económicas cuando han sido gobierno…
“La votación masiva a favor de las candidaturas de morena y sus partidos aliados, representa un triunfo político del gobierno humanista de Américo Villarreal Anaya, quien fortalece su liderazgo con el resultado de la pasada jornada electoral…
“El triunfo aplastante de morena permitirá al gobierno de Américo Villarreal Anaya limpiar la podredumbre dejada por el sexenio pasado en diversas áreas de la administración pública estatal, pues tendrá el control del Congreso del Estado y la mayoría de los 43 municipios, lo que le permitirá aprobar las reformas constitucionales necesarias, para la consolidación de la alternancia gubernamental de 2022”.
Me llaman la atención estas líneas, pues en lo sucesivo la bancada de morena y aliados tendrá la manera de ‘apretar tuercas’ en el Poder Judicial y los organismos autónomos, como la Fiscalía General de Justicia, el ITAIT y el Tribunal de Justicia Administrativa, operados todavía por funcionarios identificados con el sexenio pasado que, en plena agonía, todavía se niega a morir.
Pero ya le clavaron la puntilla.
Por. Juan Sánchez Mendoza
Correo: jusam_gg@hotmail.com