Como sucedió en el proceso electoral de 2018, la alianza de Morena-Verde-PT arrasó otra vez: además de llevar al poder a la primera presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, logró mayoría calificada en el congreso federal y ganó seis de nueve gubernaturas, incluida la ciudad de México.
La victoria fue aplastante.
Incluso se dio el lujo de que la candidata presidencial superara el récord 30 millones de sufragios impuesto hace seis años por el presidente López Obrador, al obtener 35 millones de sufragios y tener un congreso a modo para aprobar las reformas constitucionales que AMLO no pudo conseguir.
Al mismo tiempo demostró la politización alcanzada por el pueblo mexicano que aniquiló pacíficamente mediante el voto la idea del ministro de propaganda del Tercer Reich, Josep Goebbels, de que una mentira repetida mil veces su vuelve verdad, como pretendiera la oposición durante la contienda, no funcionó el 2 de junio.
Tampoco estalló la violencia que auguraban los candidatos del bloque de Acción Nacional. A diferencia de lo que ocurrió hace cuatro años en los Estados Unidos con el asalto al capitolio, los ciudadanos mexicanos salieron a votar, a pesar del miedo infundido por el panismo, para elegir a los candidatos de sus simpatías y dio una lección de entereza y madurez política.
Para infortunio de los enemigos de Morena y aliados, entre ellos el artífice de Fuerza y Corazón por México, el empresario Claudio X. González, no pudieron recuperar el régimen de privilegios que perdieron con el arribo del partido guinda a la presidencia, Claudia Sheinbaum construirá, a partir del 1 de octubre, el segundo piso de la Cuarta Transformación.
Como pronosticamos, por otra parte, en las semanas previas a la elección, en Tamaulipas sucedió algo similar.
De acuerdo con los resultados del PREP, los candidatos del partido de la 4T triunfaron en la mayoría de los municipios más importantes de la entidad, como los de Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros. El Mante, Tampico, que algunos consideraban una misión imposible, Madero y Altamira
La candidata de la coalición morenista, Mónica Villarreal, venció en Tampico a la abanderada de del PAN-PRI, Rosa González, en tanto que Chucho Nader se adjudicó, como estaba previsto, la diputación federal del VIII distrito y Pepe Schekaibán la correspondiente al 22 distrito local.
Úrsula Salazar, que seguirá en el puesto hasta el 2027, dejó en el camino a la contrincante albiazul a la curul del 21 distrito electoral, la Chica del clima Marcela Unda.
En la urbe petrolera el favorito de la competencia, Erasmo González Robledo, superó por una ventaja de diez mil votos de al representante de la oposición, Carlos Fernández, y será el próximo alcalde, en tanto que Claudio de Leija volverá al congreso estatal por el distrito 20 y Cynthia Jaime, por el 19.
En Altamira tampoco hubo sorpresas.
El alcalde Armando Martínez sepultó en votos las aspiraciones de Miguel Gómez Orta y continuará despachando en el palacio municipal otros tres años, en tanto que el candidato a diputado por el 18 distrito, Marcelo Abundis Ramírez, que fue factor determinante para que Morena saliera triunfador, representará a los habitantes de la jurisdicción en la entrante legislatura tamaulipeca.
Por. José Luis Hernández Chávez
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