El antes poderoso Partido Revolucionario Institucional prácticamente esta desahuciado, los votos lo dicen todo, a nivel nacional apenas alcanzó a respirar y en Tamaulipas la situación no fue diferente.
Las pasadas elecciones del 2 de junio le pusieron otro clavo al ataúd tricolor, ni siquiera será segunda fuerza política, ni la tercera, pero de eso el PRI, como institución, no es culpable, lo son quienes le han utilizado para negociar o llegar a una curul por la vía plurinominal.
Los preceptos ideológicos del partido son buenos, lo triste es que bandidos como ALITO MORENO los han tirado a la basura.
Acá en Tamaulipas la pasada elección fue fatal para el PRI, en la negociación como alianza no les alcanzó para mucho, en las votaciones tampoco.
Bien dice la diputada ALEJANDRA CARDENAS CASTILLEJOS, “al PRI le hace falta renovarse”, requiere de un cambio de cuadros y dirigencias total, debe darse una limpia desde lo estatal hasta los comités municipales ya que de lo contrario no tardará en morir.
La muestra es que con los resultados de la pasada elección apenas le alcanzó para seguir con vida, para no perder el registro, lo que para priistas de corazón es lastimoso, deben sentir pena ver a su partido en las condiciones en las que se encuentra, de ahí que la propuesta de hacer una reingeniería para ponerle de pie no es solo un dicho sino una urgente necesidad.
Tienen los priistas, si de verdad quieren reverdecer los laureles de su partido, tres años para trabajar con las bases, paso a paso ir ganando terreno para ser competitivos en la próxima elección.
Quién sabe si sea mejor para ellos, los tricolores, ir solos a la próxima elección, quizá por separado la ciudadanía se confunda menos en lo que desean, el riesgo es que por lo debilitados que están no les alcance ni para regidores y definitivamente terminen por enterrar al tricolor en tierras cuerudas, la otra sería mostrarle a la población que los malos ya se fueron e intentan realmente hacer política de beneficio para todos.
Coaligados, lo que debieron hacer es defender las posiciones, pelear para que no les dieran solo migajas, cierto que los del partido con mayor votación tiene derecho a llevar mano, y en este caso no era el PRI, pero también mucho depende de su dirigencia, de la capacidad que tengan para negociar los cargos que pudieron tener.
Se quejaron los priistas durante el proceso electoral que los panistas les dieron migajas, es real, pero mucha culpa la tienen ellos por aceptarlas, por no exigirle a la dirigencia estatal que se mantuviera firme y preponderar la supervivencia del partido a solo negociar una curul plurinominal.
PALOMA GUILLEN será diputada local, aunque poco o nada trabajo para lograrlo ahí tiene su premio de consolación, hasta parece es su pago, como si hubiese sido contratada por los contrarios para dejar al PRI muy mal, casi muerto.
Concluyendo, si requiere el PRI una limpia o reacomodo general, aún tienen militantes que pueden hacer algo, o quizá mucho, por el partido, de entrada, buena opción sería ALEJANDRA CARDENAS CASTILLEJOS como nueva dirigente estatal del PRI, tendría que hacer una labor titánica, le costaría tiempo, dinero y esfuerzo, pero es una mujer joven, entusiasta y puede con la encomienda púes al PRI le urge renovarse, de lo contrario morirá antes de la próxima elección.
Por. Rosa Elena González