CIUDAD VICTORIA, TAM.- El victorense Oscar Eduardo “El Güero” Fraustro Velez, ha dejado huella en el mundo del entretenimiento y la comunicación en Tamaulipas y diferentes estados; y es que suma más de 45 años como Mago y está cumpliendo 35 como servidor público en el área de Televisión del Gobierno.
La historia comienza así, “Mi madre Maria Antonia Velez conoce a mi padre aquí en Victoria, él venía de Nuevo León a trabajar y aquí se ‘gancharon’, luego migramos a Nuevo Laredo, a Monterrey y recorrimos medio México, vivimos en las principales ciudades, en la Ciudad de México y Guadalajara también”.
Desde muy temprana edad, el hijo menor de Doña Antonia, comenzaba a mostrar sus pasiones y en 1972 recibió un regalo que lo marcaría para siempre.
“De las pocas navidades que recibí, fue a los ocho años, le pedí a Santa Claus una cámara de cine, un proyector y una pantalla de cine” y desde ese día, “Empecé a ser el encargado de grabar en todas las bodas y quinceañeras, luego yo hacía mis ediciones de forma manual, hacía los carretes y todos encantados”.
Tres años antes, ya había surgido otra devoción en Oscar, la de ser Mago, incluso fue tanto su apasionamiento que “Mi madre me tuvo que enseñar a leer y escribir para que yo pudiera leer unos libros de magia que me regaló un tío, por eso aprendí a leer y escribir, por la necesidad de aprender de magia, Me llevan a la ciudad de México y me llevaron a la tienda del Mago Champs, cuando lo conozco me empezó a enseñar la baraja diminutiva y varias cosas”.
En 1979 con 15 años, llegaría uno de los momentos más mágicos en la vida de Oscar Eduardo, hizo su debut como Mago de manera formal. “El 10 de mayo de 1979 lo considero el día de mi debut profesional ante un público de mil 200 personas, fue en la Secundaria 31 de Monterrey, Nuevo León”, dice emocionado.
“Me di cuenta que el principal mago que fue Georges Méliès, también era el padre de los efectos especiales en el cine, entonces yo entendí que debía aprender de cine, antes los efectos los hacina los magos ilusionistas”.
En 1984 decidió comenzar a estudiar actuación en Monterrey y en ese momento se abriría para él una gran oportunidad, pues comenzó a trabajar con el Payaso Pipo en el espectáculo como elenco artístico y en el programa de televisión lo hacía a cuadro.
“José Marroquín Leal, el Payaso Pipo, era el segundo artista más famosos del país, el primero era Chabelo. Me llevé unos actos de magia al estudio de televisión, terminando los tres números, escucho unos aplausos, y una voz que decía que quería que llevara al programa del lunes la magia; la voz era la de Pipo, el artista de toda mi vida…”.
“Ese lunes llegué dos horas antes y ahí me quedé un buen tiempo, es impresionante estar con un ícono de la televisión, hacíamos giras por otros estados”.
La magia llevó a Oscar a la televisión, “Quise estudiar y he sido parte de la historia, he estado en un estudio como artista, camarógrafo, iluminador, editor, operador de audio; todo me ha llevado a lo mismo y está relacionado”. En su paso por la televisión ha tenido la oportunidad de compartir y aprender de grandes maestros, como Chen Kai, Beto el Boticario, Laurenti y el Mago Frank, entre otros.
“Beto el Boticario me dijo que le habían hablado de mí y me pidió que le hiciera una magia, le impresionó por que era un acto muy viejo, le dije que lo había leído en un libro español; de ahí nos invito a visitarlo en el teatro y empezó a haber cierto vinculo entre él y yo”.
“Soy magicomediante, me di cuenta que era más entretenido para la gente hacer las cosas en “botana”, cosas hilarantes y con objetos poco comunes. Ha sido un camino largo, es un proceso, hay que tener un respaldo, una trayectoria y sobre todo la práctica. Yo creo en la constancia y la disciplina, el trabajo en equipo, eso me ha ayudado a perdurar”.
Paralelo a su historia como Mago y en la Televisión, su trabajo ha sido durante los últimos 35 años como servidor público, ingresó en el gobierno de Américo Villarreal Guerra, cuando nació la primera oficina de televisión del Gobierno de Tamaulipas.
El Mago Marloni sabe que algún día deberá colgar la capa. “Nuestro libro, nuestra historia, está por páginas y yo creo que estoy en las últimas páginas de mi vida, le digo a mi hijo que él tiene que tomar la batuta y él es Mago Legoni”.
Para cerrar, Oscar “El Mago” Marloni, aseguró que “Un pedacito de todos está en mi corazón. Que la magia no termine en Tamaulipas y que siga por muchos años”.
POR DANIEL RÍOS
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