En la integración de la LXVI Legislatura del Congreso local, la mayoría de curules será para Movimiento Regeneración Nacional (morena), al haber logrado en las urnas 14 de 22 diputaciones de mayoría relativa. Y, a esta cifra, hay que aumentarle las posiciones que le sean asignadas por la vía de representación proporcional.
Con los cuatro diputados electos del Partido del Trabajo (PT) y los tres del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), ambos aliados suyos, sumaría la alianza 21 curules uninominales; en tanto la oposición sólo tendría una (PAN)
Sin embargo, eso le no alcanzaría para lograr la mayoría absoluta, aunque sí para mantener el control del Poder Legislativo estatal.
Ignoro aún, cuántos diputados plurinominales alcanzarán morena y los membretes aliados, pero me queda en claro que serán los suficientes para entonces sí conformar una mayoría calificada.
A Morena le asignarían cuatro, uno al PT y dos al verde, con los que sumarían 28, en tanto al PAN 4, 1 al PRI y 2 a MC.
Por supuesto, le tocaría a morena presidir la Junta de Gobierno.
Hay quienes desde ahora dan como favoritos a Úrsula Patricia Salazar Mojica y a Armando Javier Zertuche Zuani.
Ella, actualmente, la preside; y él otrora encabezó la JuCoPo.
De ahí, entonces, el alto mando debe hacer un análisis profundo sobre las cualidades, experiencia y oficio político legislativo de los dos.
Pero lo cierto, es que sólo él tiene la palabra.
Lastres fronterizos
La explosión demográfica de cualquier localidad fronteriza trae consigo problemas que ameritan ser atendidos adecuadamente, pues de lo contrario más temprano que tarde provocarían crisis social.
Entre las disfunciones más comunes sobresalen la inmigración, el desempleo, la inseguridad y la carencia de servicios públicos adecuados.
Cotidianamente somos testigos de las críticas fundadas hacia la alta burocracia de parte de la ciudadanía o sus representantes, al comprobar cómo los funcionarios federales le sacan la vuelta a la necesidad de apoyar con más recursos a los municipios fronterizos.
Drenaje, pavimentación, agua potable, alumbrado, seguridad, vivienda, servicios de salud y transporte público, son algunas asignaturas que siempre han estado pendientes de resolver en las ciudades fronterizas, en tanto que éstas crecen a ritmos vertiginosos y los presupuestos se achican ante la problemática.
En este contexto se acarrean verdaderos lastres, y, con todo y la oferta federal de atender el fenómeno para regular el desarrollo urbano acá de este lado, las dificultades siguen al alza porque no existe una adecuada planeación estratégica mediante la cual se visualice el desarrollo y fortalecimiento de nuestra zona limítrofe con Estados Unidos.
Por eso es necesario construir nuevos mecanismos de gestión y administración pública, que permitan a los ayuntamientos fronterizos encarar en mejores condiciones los retos de desarrollo y la competitividad.
Los alcaldes electos de los municipios fronterizos, correspondientes a Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas saben que es tiempo de impulsar nuevas iniciativas que aceleren la integración regional y fortalezcan el crecimiento de las comunidades fronterizas.
En fin, esta es sólo una pequeña observación del escenario político-administrativo que, por cierto, refleja la frontera tamaulipeca a casi cuatro meses del cambio edilicio, pues sus territorios registran harto movimiento por el tránsito y asentamiento de migrantes.
Inmigrantes agredidos
Son miles de indocumentados los que cruzan la frontera, pero a diferencia de la vigilancia federal que se despliega para evitar que resulten víctimas de extorsionadores, chantajistas y todo tipo de delincuentes, hoy no se ven en los puentes fronterizos ni en las carreteras los convoyes destacados para su protección.
De cualquier forma, hay que advertir que los peligros que enfrentan los indocumentados que pretender hacer realidad el sueño americano también se dan en territorio nacional, pues así como miles salen de la Unión Americana otros tantos intentan cruzar el río Bravo, por creer que el período de pizca genera vacantes para la mano de obra barata.
Por eso les recuerdo: acá de este lado, poco antes de pisar la línea divisoria, el emigrante debe enfrentar tanto al peligro de su traslado a la frontera como la inseguridad.
En los días previos al ‘cruce’ regularmente se mantiene hacinado en algún punto fronterizo, a merced de las bandas de ‘polleros’, hasta el momento mismo de su internación.
Sobre la línea divisoria hay bandas de asaltantes y criminales, aparte de los traficantes de indocumentados, cuyo insano propósito es practicar el robo, el homicidio y las violaciones de aquellos inocentes que no se pongan a tono con los jefes.
Los traficantes de indocumentados, por su parte, funcionan con total impunidad en la franja fronteriza, siempre protegidos por las autoridades policíacas y los funcionarios de migración, en base al pago puntual de cuotas.
Son reiteradas las historias que se cuentan sobre los grupos de indocumentados que han sido abandonados a su suerte luego de haber entregado las sumas de dinero convenidas, o que son recogidos en estado grave merced a las golpizas recibidas para quitarles sus pocas pertenencias.
En otra ocasión ahondaré sobre el particular.
Por. Juan Sánchez Mendoza
Correo: jusam_gg@hotmail.com