A menudo nos hacemos esta pregunta acerca de personas que nos rodean y que aunque les atribuimos ciertas características de inteligencia práctica por su área de conocimiento, profesión, oficio o manera de hacerse de bienes; cometen errores que parecen de principiante en otros aspectos.
¿Le ha pasado? Pues en Estados Unidos, el psicólogo Howard Gardner propuso en 1983 la teoría de “Las inteligencias múltiples”, en el que lanzó inicialmente 8 tipos de inteligencias o habilidades en las personas, que responden a la solución de problemas o la capacidad cognitiva de crear algo. Es por eso que puede haber una persona que hace extraordinarios cálculos matemáticos, pero puede ser muy malo para bailar o relacionarse con las demás personas. Además, el autor señala que poseemos más de un tipo.
El primer tipo de inteligencia es la lingüística verbal. Quienes la poseen son personas que tienen facilidad para comunicarse a través del lenguaje oral, escrito o de señas. Tienen rapidez para aprender otros idiomas y pueden crear contenidos para internet de manera más fuida.
El segundo tipo es la lógico-matemática. Como su nombre lo dice, tiene la facilidad de resolver problemas matemáticos con un razonamiento lógico deductivo.
Normalmente se asocia este tipo de inteligencia con las ciencias exactas como físico, matemático, ingeniero o científico.
El tercer tipo es la inteligencia espacial, y tienen la facilidad de crear sus propias imágenes mentales, desarrollan mucho la creatividad y la imaginación. Normalmente se relacionan al mundo artístico como fotógrafos, arquitectos, diseñadores, publicistas, etc.
El cuarto tipo es la inteligencia musical. Su nombre lo dice todo, es la que usan los músicos para componer piezas musicales, dominar algún instrumento musical, escuchar con gran precisión la diferencia y tiempo de cada nota, y puede leer pieza musicales sin tanto esfuerzo. La quinta inteligencia es la corporal o kinésica.
Las personas que poseen esta característica son capaces de dominar con alta precisión su propio cuerpo. El más minúsculo movimiento o por el contrario la mayor fuerza o velocidad son determinantes para ellos.
Esta inteligencia es típica de los bailarines, atletas deportivos e incluso algunos doctores cirujanos. La sexta inteligencia es la intrapersonal. Es una característica de las personas que saben identificar y gestionar sus propias emociones. Son capaces de ponerle nombre a cada sentimiento, entenderlo e incluso meditarlo, con la finalidad de trascenderlo.
La séptima es la inteligencia interpersonal. También es conocida como social, porque tiene la ventaja de saber leer o interpretar los sentimientos, deseos y estados de ánimo de las otras personas a su alrededor. Sabe interactuar con ellos y desarrollar largas conversaciones. Los agentes de ventas suelen tener muy desarrollada esta inteligencia.
También los profesores, educadores, psicólogos, periodistas y conductores de medios. La octava es la inteligencia naturalista. Son personas que se sienten muy cómodas en contacto con la naturaleza, ya sea entre el reino vegetal o animal.
Suelen tener jardines, árboles, salir frecuentemente de viaje a bosques o montañas. Se dedican a ser agricultores, veterinarios, botánicos, biólogos, aromaterapeutas. Etc. Posteriormente, siguiendo la continuidad de sus investigaciones, el autor propuso otras cuatro mas. La novena inteligencia es la existencial, y es la capacidad de cuestionarse sobre su propia existencia.
Son personas que tienen una profunda intuición espiritual, meditan sobre la vida y a muerte, son filósofos, pensadores, les apasiona la psicología humana. Algunas personas que tienen desarrollada esta inteligencia son los sacerdotes, psicólogos, filósofos y coachs de vida. La décima inteligencia es la creativa, y caracteriza a las personas que tienen nuevas ideas muy frecuentemente.
No solo crean cosas, si no nuevas formas de hacer actividades. Esta característica es muy útil para los creativos de la mercadotecnia, publicistas, escritores, guionistas, educadores, emprendedores, community managers y personas que trabajan en el marketing digital.
En el lugar once está la inteligencia emocional. Es la cualidad de gestionar las propias emociones para generar un mayor control emocional, gracias al autocontrol, el manejo adecuado del estrés y de la motivación. Son personas que pueden trabajar bien bajo presión y manejan bien sus habilidades sociales. Los vendedores, abogados y jueces, conductores de medios e incluso choferes tienen esta cualidad.
Por último, está la inteligencia colaborativa. Se trata de la gestión que tiene una persona para poder trabajar bien en equipo e incluso liderar un grupo de trabajo de manera satisfactoria para todos los miembros.
Su equipo es capaz de alcanzar las metas en un plazo fijado. Tiene la habilidad de integrarse a un grupo y lograr la integración de todos sus miembros. Todas las personas que en el trabajo requieren de un equipo para lograr las metas tienen estas cualidades.
Finalmente, a veinte años después de su primera versión, el autor aún se cuestiona si existen otros dos tipos de inteligencia que ha observado: la espiritual y la sexual.
Incluso su colega Antonio Battro ha considerado el descubrimiento de la inteligencia digital, que hoy en día es tan característica de las nuevas generaciones. Es conveniente para los educadores y padres de familia conocer este tipo de inteligencias para poder observar las vocaciones de los niños y poderlos guiar a desarrollar mas una que otra; ya que es imposible que una misma persona las desarrolle todas en su máxima potencia.
La complementariedad de unas y otras nos ayuda a generar una sociedad más complementaria e incluyente. Así que la próxima vez que veas que alguien tiene destrezas para una actividad y no para otras, ya sabes a qué se debe.