TAMPICO, TAMAULIPAS.- La ganadería es uno de los sectores más afectados por la falta de agua y tal crisis es aprovechada por los carniceros de la zona conurbada, quienes compran vacas flacas a bajo costo.
Los productores prefieren rematar el ganado en vez de que muera por la falta de alimento y agua.
“No hay pasto para darle a las vacas, anda alrededor de 35 pesos el kilo, depende cómo anda de gordo para la venta”, comentó el dirigente del Comité Campesino de Altamira, José Enríquez Reyes.
El productor ganadero del ejido San Carlitos y ex presidente de la Asociación Ganadera Mártires del Agrarismo, José Carlos Aguado Franco reconoció que los carniceros compran en dos mil pesos las vacas que ya ni siquiera se pueden parar.
“Un carnicero a veces te compra la vaca en dos mil pesos porque la vaca no se quiso parar y aprovechan esa deficiencia del animal y condición del ranchero que no tiene la condición para alimentarlo y cede a esas presiones”.
Detalló que la falta de pasto ocasiona que el ganado no tenga una buena alimentación, las pacas no les generan los nutrientes necesarios.
“No es una alimentación diaria o sea estamos batallando, cada 8 días se bombea y tenemos agua, pero se está batallando y se busca por ahí zonas que tienen agua todavía para traer y transportarla a los potreros para darle a los animales”.
Precisó que una vaca en un estado regular es vendida en unos 10 mil pesos, cuando antes alcanzaba los 20 mil pesos.
“Como se dice son animales chilerones y las han vendido también a unos precios muy bajos, a veces de cinco, ocho mil pesos un animal”.
Espera que con las lluvias pronosticadas mejoren las condiciones del campo, pero la recuperación será paulatina.
“No digo que en todos los casos, pero en su mayoría sí se pierde esa cantidad. También hay que decirlo, hay presas por ahí que todavía afortunadamente gracias a Dios tienen un poco de agua y se está trayendo de esos lugares”, declaró José Carlos Aguado Franco.
Se calcula que en Altamira hay un promedio de 60 mil cabezas de ganado, en la actualidad la mayoría se concentra en los límites con el municipio de Aldama.
Un panorama similar se presenta en el sector social de la ganadería y agricultura, ya que por lo menos 10 mil hectáreas han dejado de utilizarse.
“Estamos viendo qué ranchos se están abandonando, están vendiendo el ganado, de 10 años para acá debemos contar con menos del 50 por ciento del hato ganadero”, refirió el Presidente de la Asociación Local Ganadera de Altamira, Fernando Gutiérrez.
Puntualizó que es el octavo año consecutivo de una sequía, los pozos de ranchos se han secado, al igual que algunas presas, “está incosteable la actividad y estamos esperando a que llegue alguna lluvia”.
Los productores tienen problemas con el precio del ganado, desde el 2015 han tenido una disminución en el precio del becerro de exportación, llegó a tener un precio de 100 pesos el kilo de becerro en pie y actualmente anda entre 75 y 80 pesos.
Precisó que los combustibles han tenido un aumento del 50 por ciento, “la paridad del dólar nos está afectando porque está muy por debajo de la paridad técnica, entonces en las exportaciones está castigando”.
“Por otro lado tenemos los costos de los insumos, un tractor en aquellos años andaba por el orden de los 280 mil pesos y ahorita anda en los 600 mil pesos”, terminó Fernando Gutiérrez.
Por. Óscar Figueroa
Expreso-La Razón