La debacle electoral del 2 de junio ha desatado una guerra interna en las filas del PAN.
Mientras aumentan las presiones para que el dirigente nacional, Marko Cortés, renuncie al cargo, los grupos del expresidente Felipe Calderón y Claudio X. González tratan de asumir el control de la agrupación.
Ese es uno de los motivos por los que se proponen impedir que Cortés Mendoza vaya a dejar las riendas del albiazul al diputado Jorge Romero y mueven a sus seguidores s efecto de convencer a la excandidata Xóchitl Gálvez asuma la dirigencia, a pesar de que esta ha anunciado que se separará del PRI y el PAN para continuar el activismo político, pero desde la sociedad civil.
Al mismo tiempo 13 exgobernadores panistas insisten, en que Marko debe dejar las riendas del organismo:
Lo acusan de haber regateado el apoyo económico a la candidata y hasta de vender candidaturas, pero sobre todo de que es el principal responsable de la derrota que sufrió el partido por aliarse al tricolor y al amarillo, alianza que, piensan, fue uno de los factores por los que el PAN perdió su identidad y ahuyento a miles de simpatizantes.
En ese escenario de confrontaciones, los aspirantes a la dirección de Acción Nacional, como el senador Damián Zepeda, el aludido Jorge Romero y Adriana Dávila, buscan el respaldo de la militancia para en su momento asumir la presidencia de la organización que hoy se debate en una crisis de alto riesgo.
Los tres interesados en el puesto coinciden, asimismo, en que es imprescindible que el partido dé por concluida la coalición del Revolucionario Institucional y regrese a los principios y valores originarios del panismo impulsados por el fundador Manuel Gómez Morín.
¿Cuál será el desenlace de la rebatiña?
A ciencia no se tiene idea, pero si no se calman los ánimos y toman decisiones precipitadas, las pugnas podrían empujar al PAN a una debacle política peor que la originada por la derrota electoral porque alcanzaría a los comités directivos estatales y desarticulará al panismo, ahora a la deriva y al borde del naufragio por falta de liderazgos.
CLAUDIA SUPERÓ A AMLO
En temas locales, por otra parte, la candidata presidencial de la Cuarta Transformación, Claudia Sheinbaum, superó en Tamaulipas a la de la coalición opositora, Xóchitl Gálvez, por 578 mil votos. La primera obtuvo un millón 13 mil sufragios en tanto que la segunda apenas llegó a los 427 mil 228.
De acuerdo con el conteo final, además, la votación lograda por la presidenta electa fue tan copiosa que superó incluso a la obtenida por el actual presidente López Obrador en los comicios presidenciales de 2018, en los que AMLO consiguió 786 mil boletas, unas 214 mil menos que la ex jefa de gobierno de la ciudad de México.
Por. José Luis Hernández Chávez
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