“La corrupción en las aduanas, es un monstruo de cien cabezas”, advirtió el presidente Andrés Manuel López Obrador a poco más de un año de asumir el cargo. Concretamente (en abril 24 de 2020), tras la renuncia del segundo director de la Administración General de Aduanas.
Señaló que ahí se enquistaron prácticas de corrupción, influyentismo y actos de inmoralidad.
Desde entonces diseñó la reestructuración del sistema aduanal, que al país contribuye con más un billón de pesos anuales, vía aranceles –tal cifra significa el 15% del Presupuesto de Egresos de la Federación–, a pesar de la suma incuantificable que obtenían (u obtienen) los empleados aduanales mediante ‘moches’ y extorsiones, para permitir el contrabando y trasiego de estupefacientes, armas, huachicol y todo tipo de mercancías.
El primer director del sistema aduanero, en la administración de López Obrador, fue Ricardo Peralta Saucedo, quien, en menos de un año, mostró el cobre, al entregarle el manejo de las aduanas fronterizas a los hermanos Carmona Angulo, por recomendación de Mario Martín Delgado Carrillo.
Fue una época de escándalo, aunque se le dio una salida ‘decorosa’ al nombrársele subsecretario de Gobernación como el relevo de Zoé Robledo Aburto, cuando Olga Sánchez Cordero era la titular.
Como administrador general de Aduanas, lo sustituyó Ricardo Ahued Bardahuil, pero también por corto tiempo, ya que una investigación abierta por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público –iniciada en contra de los directores de las aduanas de Puerto Progreso, en Yucatán, Abel Cárdenas Lara; y de Tuxpan, en el estado de Veracruz, Guillermo César Calderón–, lo involucraron en escándalos de corrupción.
Quizá por esto, Andrés Manuel López Obrador decretó la extinción de la Administración General de Aduanas y, por consiguiente, la creación de la Agencia Nacional de Aduanas en México (ANAM), aunque con claras miras a su descentralización –como lo ofreció en campaña–, autorizando que su nueva sede se erigiera en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Horacio Duarte Olivares fue el tercer director de aduanas en el período lópezobradorista. Y renunció, según dijo, por interesarle la candidatura de morena a la gubernatura del Estado de México, desmintiendo así a quienes lo cuestionaban por su presumible mal desempeño como administrador de aduanas: “Quienes desde adentro o afuera quieren cuestionar mi trabajo, en el fondo están cuestionando al presidente López Obrador”, al tiempo de poner en entredicho la veracidad de los rumores sobre un supuesto oficio de la Secretaría de la Defensa Nacional, (Sedena), al Centro Nacional de Inteligencia (CNI), afirmando que se trata de una campaña de desprestigio sin fundamentos.
El cuarto director de aduanas –ya modificado el nombre oficial y de la dependencia y una vez separada del tutelaje del Sistema de Administración Tributaria (SAT), aunque no de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP)–, fue Rafael Marín Mollinedo, del que cuentan: “Tras la ejecución extrajudicial del subadministrador de Operación Aduanera en Manzanillo, Colima, Sergio Emmanuel Martínez Covarrubias, ocurrida el pasado 28 de mayo de 2023, aumentaron las fricciones entre este ex titular (de la ANAM) y el secretario de Marina-Armada de México, Rafael Ojeda Durán. Las diferencias entre ambos llegaron a tal nivel que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, tomó la decisión de sustituir al primero.
Y es que, tras el homicidio, la Semar canceló el acuerdo que había pactado con la ANAM apenas 16 días antes –el 12 de mayo–, para que seis civiles que habían sido cesados de sus cargos y sustituidos por personal de la Marina –entre ellos Martínez Covarrubias–, regresaran a administrar las aduanas portuarias de Lázaro Cárdenas (Michoacán) y Manzanillo (Colima).
Al relevo, como quinto titular de aduanas, entró el general retirado André Georges Foullon van Lissum, en junio de 2023.
Y es quien coordina los trabajos de infraestructura, equipamiento y lo referente al aspecto administrativo de la nueva sede de la ANAM.
Al respecto, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, luego de acompañar al presidente López Obrador –quien invitara al gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya–, a su recorrido por las instalaciones, escribió en sus redes sociales:
“Hoy tuve la oportunidad de acompañar al presidente López Obrador para conocer el avance del programa de infraestructura, modernización y desarrollo de tecnología de las aduanas de México. Lo hicimos en el nuevo centro de Aduanas de México que se está construyendo en Nuevo Laredo. Algo impresionante que nos va a ayudar muchísimo para mejorar el comercio, pero también para seguir avanzando en acabar con la corrupción donde todavía se encuentre”,
La sucesora de AMLO no descarta que aún haya corrupción aduanera.
Al menos, es lo que dio a entender en su mensaje.
Y es que ella, ni el presidente en funciones, desconocen qué pasa en este sistema, compuesto por 49 aduanas: 19 en la frontera norte, 17 marítimas, 2 en la frontera sur y 11 en el interior del país.
Respecto a Tamaulipas, hay 5 fronterizas: Nuevo Laredo, Miguel Alemán, Camargo, Reynosa y Matamoros; además 2 marítimas: Tampico y Altamira.
¿Cuándo empezaran a rodar esas 100 cabezas?
POR JUAN SÁNCHEZ MENDOZA
Correo: jusam_gg@hotmail.com