El pasado político no debe ser motivo para expulsar o repeler contra alguien quien, por sus capacidades y profesión, además de experiencia, sabe responder a una exigencia laboral.
Hoy más que nunca, incluso, cuando ya se repasaron los temas de que los ideales terminaron y que la clase política va de un partido a otro, ha dejado de ser criticable o al menos, se le menciona de paso, para citar una mayor identificación.
Sin embargo, cuando es incrustado en una institución, ese profesionista busca aprovechar, tomar ganancia y de paso, irse contra el sistema siempre que tenga oportunidad, no podrá pasar desapercibido su pasado.
Mucho se dijo por ejemplo que, al llegar Américo Villarreal al gobierno, se mantenían muchos empleados que tenían su origen en el PAN y le reprochaban al propio mandatario, tenerlos vigentes.
Hubo quienes recordaban que, al llegar el PAN en el 2016, barrieron a casi todos los priistas, los humillaron y hasta despidieron a sindicalizados nada más por los suyos. Quienes lograron quedarse, después de ser jefes de departamento, estaban regando los jardines en la Torre o en el Congreso.
Bueno, el reproche era que muchos panistas seguían incrustados, pero al paso de los meses, muchos decidieron hacer su trabajo y la experiencia de algunos de ellos, le ha servido a esta administración.
Sin embargo, hay zonas de los poderes u organismos que hoy están llamando la atención y no solo se trata de un actuar partidista como existe desde la Fiscalía Anticorrupción, la misma Fiscalía General en algunas de sus áreas, en el Poder Ejecutivo.
Hay organismos como el ITAIT que tienen en sus Comisionados y funcionarios, una gran influencia partidista pero eso, como se dijo, no debería ser el problema cuando de manera profesional e imparcial se actúa.
Sin embargo, el que hoy ex funcionarios del Instituto comiencen hacer señalamientos o denuncias directamente a la Auditoría Superior del Estado, ya comienzan a voltear los ojos.
Uno de los momentos que más llama la atención es en el 2020, cuando el entonces gobernador Francisco García Cabeza de Vaca designó a sus Comisionados para tomar control del ITAIT, el proyecto tenía otros fines y evidentemente, se convertiría en un trinchera para protegerse en su momento.
El momento clave es cuando se emite el decreto LXIV-71, que los diputados aprobaron en el mes de enero de ese año, y en este aparece la aprobación y la designación de Humberto Rangel Vallejo, Rosalba Ivette Robinson Terán y Dulce Adriana Rocha Sobrevilla como Comisionados del Instituto de Transparencia y estarían tres, cinco y siete años respectivamente. Por cierto Rocha, es la actual Presidenta del ITAIT.
Quien en su momento tomó el control del ITAIT en el 2020 fue precisamente Rangel Vallejo, el ex diputado del PVEM en dos ocasiones y después se declaró diputado sin partido para aliarse con el PAN y desde entonces ha tenido el apoyo del anterior sistema.
Para el 4 de febrero del 2020, Rangel estaba sentando en la oficina de la Presidencia del Instituto. Algo que le criticaban, era que llegaba el martes de cada semana, sesionaba el miércoles y el jueves fuga para Matamoros, su hogar.
Claro que los viáticos corrían por parte del Instituto o de algún municipio. Dicen incluso sus ex colaboradores que, en varios municipios pudo hacer negocios con su empresa y hasta renta de pipas.
Además, con el aval de las comisionadas Rocha y Robinson, Rangel Vallejo obligó al personal del ITAIT a realizar campaña en las colonias de Victoria, a favor del candidato del PAN en la elección gubernamental de 2022, César Verástegui Ostos, violando la Constitución y la legislación electoral.
Quienes han ventilado algunas cosas ya ante la ASE, ha sido personal que fue despedido por Humberto Rangel. Lo más serio ha sido la venta de vehículos y si resulta cierta la versión de los ex trabajadores, es algo que se tiene que tendría que investigar.
Hoy, este puede ser un caso que la ASE le va dar seguimiento con puntualidad, de acuerdo a las consultas hechas pero además, el que el Congreso del Estado haya tomado el tema, significa que habrá muchos ojos ahora en el ITAIT.
Por Arturo Rosas H.