CIUDAD VICTORIA, TAM.- Alejandro Rosales Lugo, victorense que es considerado uno de los artistas plásticos más importantes del noreste de México por su obra literaria publicada, reconocimientos de toda índole y exposiciones en las principales capitales artísticas del mundo, revela en exclusiva para EXPRESO detalles de su historia dentro y fuera del arte.
Sentado en uno de los banquitos de su pintoresco Taller, ubicado en el 16 Matamoros de Victoria y fundado en 1992, mira fijamente una de las obras que hizo y que adornan el lugar, y apunta, “Nací en 1945 aquí cerquita, en el 18 Juárez y Zaragoza, atrás del parque de la ‘Estefanía Castañeda’, nosotros éramos los pobres del Barrio (sonríe), porque todos los demás eran puros burgueses, puro fifí, mucha gente que son amigos míos”.
Varios de sus mejores momentos de la infancia los pasó jugando en la Plaza Juárez y en el Parque Castañeda, “Esos eran nuestros sitios y para los novios era el Paseo Méndez, los tres lugares importantes de la ciudad para divertirnos estaban cerca de mi casa, nací en este barrio tan lindo”.
En la década de los cincuentas “Victoria era una ciudad muy limpia, muy sana, había un concepto que se llama solidaridad, la gente se apoyaba, vecinos con vecinos se apoyaban, si a alguien le faltaba comida, se le ayudaba, una cosa increíble, eso ya se perdió”.
Su primer referencia artística cultural, fue una fue la música, “Mi mamá dibujaba muy bien y com
ponía canciones, era gente de rancho, nació en Bustamante, tenía una capacidad de ironía tremenda, manejaba muchas cosas, además era ama del hogar, nada más no estudió”.
“En la primaria yo empecé a leer libros y cosa curiosa, eran libros eróticos de Jardiel Poncela, mi mamá escondía los libros eróticos arriba el ropero, yo como podía los bajaba y así aprendí a leer”. Su incursión en el arte fue a temprana edad, “Integramos la Escuela que fue el principio de lo que más tarde sería “La Casa del Arte”, éramos jóvenes adolescentes de 14 y 15 años que fuimos convocados por un maestro muy importante, el tampiqueño David Celestino Isaac, cineasta, fotógrafo, músico popular y un promotor cultural muy importante en Tamaulipas, a él no se le ha dado su valor”. “Luego llegó una figura muy importante, Ramón García Zurita, el pintor del mural de Palacio de Gobierno, fue mi maestro y mi amigo, porque siendo yo un niño de 14 años, fui su amigo y confidente, de tal manera que para mí fue un aliento para comenzar a leer, yo ya leía a Carlos Fuentes, a los grandes escritores mexicanos”.
Esa experiencia literaria junto maestro García Zurita, le brindó “armas” y un conocimiento significativo que le sirvieron al llegar a estudiar la preparatoria en la Ciudad de México, “Yo iba bien diestro en la lectura de escritores mexicano y después muchos fueron mi maestros en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de México.
A Rosales Lugo le tocó vivir en carne propia uno de los momentos más turbulentos de la historia de México, la violencia contra los estudiantes durante los últimos años del sexenio de Gustavo Díaz Ordaz.
“El 29 de Julio de 1968, estuve en el basucazo, yo estuve ahí, llegamos a las manifestaciones que había en el Zócalo, eran enormes, nos íbamos a las escuelas a protegernos, porque después iba la policía a darte garrotazos. A todos nos convocaron ahí en San Ildefonso, pero en la noche entró el ejército con la bazuca, ahí fue fue cuando se puso la bandera a media asta en la Universidad”.
Lo anterior, fue el preludio de la pesadilla que venía y que tendría su climax el 2 de Octubre de 1968, ese fue el día de la matanza. Rosales, estuvo ahí.
“Aprendimos a hacer bombas Molotov y nos atrevimos a andar en los autobuses anunciando la marcha. Ante un panorama donde estaba ya todo listo con los festejos para la Olimpiada, para mí ese día es un momento milagroso y valiente, ahí murió muchísima gente, muchos amigos de uno y muchos que jamás volvimos a saber de ellos, maestros que jamás volvimos a ver”.
“El 2 de Octubre fui a Tlatelolco, pero tuve la cosa de que siempre fue desde ‘afuerita’, yo nunca estuve en el tumulto, cuando nos sacaron primera vez llegó el ejercito, nos estaban empujando muy gacho y a muchos los golpeaban, yo siempre me salvé de esas cosas.
Al día siguiente de la matanza, volvió a casa, “Yo le corrí a Victoria, a México ya no fui porque andaban agarrando a mucha gente y muchos que uno creía que eran amigos eran policías y trabajaban para gobernación”.
Rosales se siguió preparando y estudió por varios años Grafica en Roma, Italia, donde aprendió y perfeccionó sus técnicas en el Arte. En 1978 se adjudicó el primer lugar en un concurso organizado por su alma mater, la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Ha escrito siete libros de poesía y está por publicar dos más; también se lució con su obra “Los Personajes de mi Ciudad” que publicó en 2009 y del cual próximamente podría haber una nueva edición.
Ha recibido reconocimientos de toda índole y ha montado exposiciones en las capitales artísticas del mundo. “Estoy en mi mejor momento de creativo, dicen que los grandes poetas mueren jóvenes, pero los grandes pintores mueren viejos y hay una razón muy importante porque un artista para que aprenda en el proceso de de trabajar técnico creativo se requiere muchos años, se requiere la experiencia y la práctica del trabajo. Mi vida ha sido así, a veces no le caigo muy bien a la gente, porque me gusta decir cosas en voz alta y soy muy crítico”.
POR DANIEL RÍOS