CIUDAD VICTORIA, TAM.- De los 15 homicidios a periodistas en Tamaulipas, reportados por Artículo 19 del 2000 a la fecha, presuntamente relacionados con su labor periodística, la mayoría de ellos siguen en la impunidad.
El más reciente en Tamaulipas, el de Antonio de la Cruz, periodista de Expreso durante 15 años, no es la excepción.
A dos años de su asesinato y el de su hija Cinthya, las autoridades solo han imputado a quien señalan como el autor material, sin que se informe los motivos y quién ordenó su ejecución el miércoles 29 de junio del 2022.
“La ola de ataques contra la prensa mexicana no cesa, y Antonio de la Cruz es la más reciente víctima en este ciclo de muerte e impunidad en el país más violento para el ejercicio del periodismo en todo el hemisferio occidental”, declaró en esa época jan-Albert Hootsen, representante del Comité para la Protección de los Periodistas en México.
De acuerdo con el (CPP), México se encuentra en la sexta posición como peor país del mundo para enjuiciar los asesinatos de periodistas. Adoptado en 2012 para atender la problemática de los homicidios de periodistas y defensores de derechos humanos, el gobierno federal creó el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, sin embargo, la misma organización reconoce que de los agravios a periodistas en México, amenazas, agresiones y asesinatos, el 90 por ciento queda en la impunidad.
De acuerdo con Enrique Irazoque Palazuelos, Director del Mexanismo, entre el 40 al 50 por ciento de los agravios a periodistas, provienen de las autoridades locales, principalmente municipales, por lo que, por una parte, aunque deberían ser quienes brinden seguridad y protección a la ciudadanía, se convierten en parte importante de la problemática.
Antonio de la Cruz no había recibido amenazas previas a su asesinato, tampoco estaba incorporado al programa de protección federal, por lo que la noticia que comenzó como un rumor alrededor de las 9:20 horas de ese 29 de junio y después se esparció como una noticia corroborada a una velocidad vertiginosa, tomó por sorpresa a todo el gremio periodístico y hoy, a dos años, sigue sin resolverse.
Otro caso es el de Héctor González Antonio, corresponsal de Excelsior, Director del medio digital Reporte Directo, asesinado el 29 de mayo del 2018 a una cuadra de su domicilio en la colonia Estrella de la capital tamaulipeca.
Aunque la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas (FGJT) determinó, con base en las investigaciones, que su asesinato no estaría relacionado a su labor periodística, sino a un robo, hoy, a seis años de lo ocurrido, apenas se desarrolla el juicio oral con un solo detenido, quien se ha negado a hablar y señalar cómplices.
En ese mismo año, el 13 de enero del 2018, Carlos Domínguez columnista de “El Horizonte de Matamoros”, fue asesinado de 24 puñaladas por dos sujetos, cuando hizo alto en un semáforo en una avenida en Nuevo Laredo.
Por ese caso, se detuvo a seis personas, entre ellos, algunos compañeros periodistas de Carlos Domínguez, sin embargo y luego de un largo juicio, la defensa de los acusados, logró demostrar que todo fue una “fabricación de culpables”.
Cinco de ellos fueron exonerados de los cargos de homicidio y conspiración para cometer homicidio, sin embargo, uno de ellos, falleció el 14 de abril del 2018, cuando se encontraba en prisión en Nuevo Laredo y se le negó por varias horas la atención médica, aunque la defensa demostró que tampoco tuvo que ver en los hechos. Luego de esa resolución emitida por un tribunal de enjuiciamiento en octubre del 2019, ya no se ha informado sobre detenciones de quienes habrían ultimado al periodista, muchos menos de quién o quiénes ordenaron su asesinato.
Otros periodistas asesinados en Tamaulipas son Mario Ricardo Chávez Jorge, directo de “El Ciudadano”, quien fue secuestrado por un comando armado cuando salía del cine en el municipio de Victoria, con su familia y encontrado su cuerpo dos semanas después, semienterrado el 24 de junio del 2013, junto con el de otra mujer, decapitada.
Elizabeth Macías Castro, jefa de redacción del diario “Primera Hora” de Nuevo Laredo, fue encontrada muerta el sábado 24 de septiembre del 2011 en el monumento a Cristóbal Colón en la colonia Madero de esta ciudad fronteriza. Apenas un día antes había desaparecido al salir de su trabajo y un día después, sobre su cuerpo fue dejado una cartulina donde se le señalaba como usuaria del sitio “Nuevo Laredo en vivo”, donde se informaba sobre situaciones de inseguridad en el municipio.
El 5 de noviembre del 2010, Alberto Guajardo Romero, periodista de “Expreso” en Matamoros fue asesinado cuando se encontraba reportando los tiroteos entre los elementos del Ejército y Marina y que derivaron en la muerte de Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, líder del cartel del Golfo en esa ciudad.
La camioneta de Alberto Guajardo fue alcanzada por al menos 20 disparos, aunque oficialmente se informó que fue un fuego cruzado, las informaciones periodísticas de esa época señalaron que los elementos del Ejército dispararon contra la camioneta, pensando que se trataba de alguno de los civi
les armados que participaban en el enfrentamiento.
El 2 de marzo del 2010 fue reportado como muerto a Jorge Rábago Valdez, periodista de “Radio Rey” y “Reporteros en la Red”, quien según reportes de la entonces Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas, habría sido víctima de un “desmayo” y un “coma diabético”, pero de acuerdo con compañeros periodistas, había sido secuestrado y torturado. Francisco Ortiz Monroy, corresponsal de “El Diario de México”, fue asesinado la mañana del 5 de febrero de 2008 cuando salía de recabar información en el palacio municipal de Camargo, hasta donde llegaron hombres armados que le dispararon. Pese a que Francisco Ortiz huyó y logró esconderse en un domicilio cercano, los pistoleros llegaron y lo abatieron de ocho disparos.
El 10 de marzo del 2010, Ramiro Téllez Contreras, colaborados de “Exa FM” y Coordinador del Centro de Control, Comando, Cómputo y Comunicaciones (C4), fue asesinado a balazos cuando salía de su domicilio alrededor de las 05:30 horas y se dirigía a la estación de radio donde informaba sobre el pronóstico del tiempo.
A pesar de que el comunicador alcanzó a descender de su camioneta para pedir auxilio, falleció después en el hospital a causa de las heridas causadas por los disparos. Dolores García Escamilla, sufrió un atentado por un sicario que disparó 14 veces el 05 de abril del 2005, cuando la reportera de la estación “Punto Rojo, Estereo 91”, se encontraba afuera de su oficina en Nuevo Laredo.
Ese día, se acababa de transmitir un reportaje sobre el asesinato de un defensor de derechos humanos cuando un hombre llegó hasta donde se encontraba la periodistas, que ya había recibido amenazas de muerte y disparó en su contra. Finalmente falleció e 16 de abril, a causa de complicaciones en su salud.
El 31 de agosto de 2004 en el municipio de Matamoros, Francisco Arratia Saldierna, editorialista de “El Imparcial”, “El Regional”, “El Mercurio” y “el Cinco”, fue asesinado a golpes y torturado. De acuerdo con las versiones de la época, Arratia Saldierna había discutido con un par de hombres por los trámites para nacionalizar un vehículo; más tarde, cuando se dirigía a su domicilio, sería interceptado por los mismos hombres y una hora y media después se reportó al columnista tirado y abandonado detrás de las instalaciones de la Cruz Roja y llevado a hospital donde horas después falleció.
El 24 de septiembre de ese mismo año 2004, fue detenido Raúl Castelán, presunto asesino y quien aceptó su participación en el crimen.
En Nuevo Laredo el 19 de marzo de 2004 fue asesinado Roberto Javier Mora García, director de “El Mañana de Nuevo Laredo”, cuando regresaba a su domicilio, por un hombre que lo apuñaló 26 veces.
El periodista había denunciado la relación entre funcionario y policías en el tráfico de drogas y los métodos utilizados por los “zetas”, que en aquellos años apenas empezaban a conocerse.
El 17 de enero del 2002 el periodista Félix Fernández García, editor de la revista “Nueva Opción”, fue asesinado en Miguel Alemán, cuando al menos tres hombres le dispararon con armas de grueso calibre.
En el lugar se detuvo a dos de sus guardaespaldas, quienes revelaron haber sido contratados por el comunicador, luego de recibir presuntas amenazas de Raúl Rodríguez Barrera, ex alcalde, ex comandante de la Policía Judicial Federal y compadre del narcotraficante Gilberto García Mena, “El June”.
El periodista había publicado información que relacionaban al ex alcalde priista con bandas de narcotraficantes de la frontera. El 24 de marzo del 2001, Saúl Martínez Gutiérrez, periodista de “El Imparcial” fue hallado muerto en el asiento trasero de su vehículo en Río Bravo, presentaba signos de tortura y cuatro disparos en la cabeza. Su padre, Gonzalo Martínez Silva, propietario del periódico, señaló que su hijo había recibido amenazas pero no les hizo caso, El Imparcial había publicado reportajes sobre el tráfico de inmigrantes y la corrupción oficial.
Reportero del diario “La Opinión” de Matamoros, Pablo Pineda Gaucín, fue encontrado muerto el domingo 9 de abril del 2000 a orillas del río Bravo cerca de la ciudad de Harlington, Texas; estaba atado de manos, con signos de tortura, con una bolsa en la cabeza y presentaba un disparo en la nuca.
El periodista escribía sobre temas policiacos, a finales de 1999 había sobrevivido a un atentado. Agentes de la Patrulla Fronteriza que vigilaban el lado americano, explicaron que alrededor de las 2:30 de la madrugada, vieron tres siluetas que llegaron al río en el lado mexicano y bajaron un bulto con el que cruzaron al lado estadunidense y lo dejaron, volviendo a México. Convencidos de que se trataba de un cargamento de droga, esperaron a que alguien fuera a recogerlo, por lo que fue hasta las 6:30 horas que descubrieron que se trataba de un cadáver.
Luis Roberto Cruz Martínez de la revista “Multicosas” fue asesinado en Reynosa y el sospechoso de su asesinato, Óscar Jiménez González fue detenido y después huyó de la presión donde estaba detenido y nunca más se supo de él.
POR PERLA RESÉNDEZ