La amenaza de que el huracán Beryl impacte con lluvias torrenciales en la entidad –aunque pueda reducirse a tormenta tropical–, es motivo de alerta porque entraría con fuertes ventarrones, según ha pronosticado el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Por eso, la población debe atender el llamado del gobernador Américo Villarreal Anaya de guarecerse en sus domicilios y, ante cualquier situación adversa, pedir ayuda al grupo instaurado para proteger su integridad.
No hay que echar en saco roto esta recomendación.
Sobre todo –sin afán de causar sicosis–, porque un huracán categoría cuatro es uno de los fenómenos atmosféricos más peligrosos y destructivos e incluso disminuido a ciclón o tormenta tropical, puede causar lamentables estragos terrenales.
Huelga decir que siempre es un riesgo que estos fenómenos naturales crezcan porque provocan cuantiosas pérdidas humanas y económicas.
Basta referir algunos ejemplos de su devastación en México.
En la historia reciente ha habido huracanes que han pegado con gran fuerza en las costas mexicanas y por efecto de desastres, con alrededor de 10 mil muertes de 1980 a 1999 –aproximadamente 500 cada año–, según información del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
Recuerdo algunos de los huracanes más devastadores en México:
+ ‘Janet’, es el primero del que se tiene registro. Fue catalogado como categoría 5 de la escala Saffir-Simpson. El huracán tocó tierra el 27 de septiembre de 1955, en Quintana Roo; y según la prensa de la época, la ciudad más afectada fue su capital, Chetumal, dejando 712 muertos (datos del Cenapred) y arrasó prácticamente con todas las viviendas, que en su mayoría eran de madera.
+ ‘Liza’, pegó en octubre 2 de 1976, principalmente en La Paz, Baja California Sur. Este huracán alcanzó la categoría 4 el 30 de septiembre de 1976 antes de golpear con fuerza el sur de la península y parte de Sonora. El fenómeno natural dejó alrededor de 630 muertos y 10 mil damnificados.
+ ‘Gilberto’, de categoría 5, el huracán tocó tierra el 14 de septiembre de 1988 en la isla de Cozumel (Quintana Roo) –antes de arrasar Cancún–, para luego regresar al Atlántico y volver para golpear el noreste de México (Nuevo León y Coahuila). Llegó a internarse en el antiguo cauce de un río seco de la ciudad de Monterrey, desatando una devastadora inundación. Dejó unos 225 muertos, la gran mayoría en la capital neoleonesa, además de alrededor de 139 mil damnificados.
+ ‘Paulina’, entre el 5 y 10 octubre de ese mismo año el huracán causó la muerte de 228 personas y más de 150 mil damnificados. Tocó tierra en Chiapas, antes de arrasar con Puerto Escondido en Oaxaca y Acapulco, Guerrero. Las inundaciones crecientes de los ríos y deslaves afectaron una de las regiones más pobres de México con una pérdida económica de 447 millones de dólares.
+ ‘Stan’, de categoría 1, el huracán tocó tierra en San Andrés de Tuxtla en Veracruz. Dejó 82 muertos en su paso por Chiapas y Oaxaca, pero lo más devastador fue en Centroamérica, donde hubo alrededor de 2 mil víctimas: 670 muertos en Guatemala y 69 en El Salvador. También causó algunos decesos en Nicaragua, Honduras y Costa Rica.
+ ‘Wilma’. Por primera vez en la historia un huracán recibió un nombre con la letra W. Fue el más destructivo que ha golpeado a México. El 21 de octubre de 2005 tocó tierra en Cozumel (Quintana Roo) como categoría 4, para después afectar por más de 48 horas a Cancún y la Riviera Maya.
Aunque sólo hay registros de ocho muertos, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguro (AMIS) documentó que el impacto del huracán en las costas de Quintana Roo dejó daños equivalentes a mil 752 millones de dólares, sobre todo en su zona hotelera. Tras el fenómeno también se registraron innumerables saqueos.
+ ‘Manuel’, aunque sólo fue de categoría 1, en 2013 dejó 123 muertos; 97 de ellos se produjeron en un alud en la comunidad de La Pintada, en Guerrero. También se ensañó con Coahuila, Chihuahua y Durango. Además, hubo más de 59 mil evacuados y al menos 218 mil 594 personas afectadas. Las pérdidas económicas se calcularon en 242 millones de dólares.
+ ‘Katia’, en septiembre 7 de 2017, evolucionó de tormenta tropical a huracán categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, amenazando a Tamaulipas y Veracruz.
Hasta la víspera, las autoridades meteorológicas estimaban que el ciclón tropical ‘Alberto’, que impactó directamente en la costa del Golfo de México –principalmente en Tamaulipas y Veracruz–, el pasado 20 de junio, dejó cuantiosos daños a la infraestructura.
Y consciente de ello, el gobernador Américo Villarreal Anaya gestiona recursos federales para hacer frente a los daños en Tamaulipas. Y como el terreno muestra inundaciones por el fenómeno meteorológico y las lluvias subsecuentes, esta vez ha tomado las previsiones necesarias y se está en alerta, desplegando toda la capacidad operativa del estado en coordinación con instituciones del Gobierno Federal, para que, en la medida de lo posible, la presencia del huracán Beryl que se desarrolla en el Golfo de México provoque las menores afectaciones y las lluvias que se presenten sean de beneficio en la entidad.
Según el reporte más reciente del Sistema Meteorológico Nacional, Beryl podría tocar tierra durante la noche de mañana jueves o la madrugada del viernes.
Estemos alertas y hay que tomar las debidas medidas de seguridad.
Es preferible prevenir que lamentar.
POR JUAN SÁNCHEZ MENDOZA
Correo: jusam_gg@hotmail.com