El priismo tamaulipeco aceptó sin chistar, la decisión de su dirigente nacional, RAFAEL ALEJANDRO MORENO CÁRDENAS, de sumarse a la candidatura gubernamental de CÉSAR AUGUSTO VERÁSTEGUI OSTOS, impulsada por FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA en 2022, con el propósito de que el PAN se mantuviera en el Poder Ejecutivo un sexenio más.
Hoy, estos mismos priistas que ayer reconocieron el liderazgo de MORENO CÁRDENAS, están pidiendo su renuncia.
Al igual que otros priistas contemporáneos al campechano, que son parte de los “abajo firmantes” de los desplegados, cuyo perfil contrasta fuertemente con el de RAFAEL ALEJANDRO, pues su linaje político se asemeja más al de un tecnócrata panista, que al de un militante del tricolor.
Tomaré como botón de muestra, los perfiles de AURELIO NUÑO MAYER y de ENRIQUE OCHOA REZA, nacidos en 1977 y 1972, respectivamente, con el de MORENO CÁRDENAS, nacido en 1975.
Inicio con su formación académica: mientras que el dirigente nacional estudia la carrera de abogado en Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores René Descartes, ubicado en la ciudad de Campeche, AURELIO y ENRIQUE cursan su licenciatura en instituciones privadas y sus maestrías en el extranjero.
NUÑO MAYER es licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Iberoamericana y maestro en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Oxford (St. Antony’s College), Reino Unido, en donde trabajó con el Profesor Alan Knight.
Fue acreedor a la beca Clarendon para alumnos de excelencia que otorga Oxford University Press y se graduó con la tesis “Building a National State “without” taxation: the Political Consequences of the Fiscal Evolution in Mexico after the Armed Revolution, 1920-1930” (Construyendo un Estado-Nación sin impuestos: las consecuencias políticas de la evolución fiscal en México después de la revolución armada, 1920-1930).
OCHOA REZA cursa la licenciatura en economía en el Instituto Tecnológico Autónomo de México y tiene una maestría en Filosofía Política y otra en Ciencia Política, ambas cursadas en la Universidad de Columbia, misma institución por la que obtuvo el grado de Doctor en Ciencia Política, donde fue alumno de Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía.
Bastaría con revisar su formación académica, para concluir que, no existe un punto de encuentro entre el abogado ALITO, con la formación neoliberal de los tecnócratas ENRIQUE y AURELIO.
Desencuentro que se confirma y agranda, al contrastar la formación política de MORENO con la de OCHOA y NUÑO. Nada que ver.
RAFAEL ALEJANDRO se afilia al PRI a los 16 años, es Síndico (2000-2003), diputado federal (2003-2006), Senador de la República (2006-2012) y electo Gobernador de Campeche (2015-2019).
Fue dirigente nacional del Frente Juvenil Revolucionario a los 27 años (2002), líder del priismo de Campeche a los 34 (2009) y presidente del CEN tricolor a los 44 abriles (2019).
Ocupó diversas carteras en el Comité Ejecutivo Nacional, bajo las dirigencias de quienes ahora lo cuestionan.
Militancia de ALITO que no tiene parangón con la de ENRIQUE y AURELIO, por más que les rasque a sus currículums neoliberales.
Cierto, OCHOA REZA fue dirigente nacional del PRI, porque lo impulsó LUIS VIDEGARAY CASO con el visto bueno del Presidente PEÑA NIETO, quien lo tenía al frente de CFE.
Pero sin tener el pedigrí tricolor de RAFAEL ALEJANDRO. Prosapia priista de la que también adolece NUÑO MAYER.
El linaje, abolengo, alcurnia, ascendencia, estirpe o genealogía tricolor, de Don AURELIO brilla por su ausencia en su currículum, ligado también a LUIS VIDEGARAY CASO.
Recordemos que, el derrumbe del PRI obedece en buena medida por abrazar las políticas neoliberales defendidas por OCHOA y NUÑO.
Corolario: el “chairo” de ALITO, bragado en las trincheras priistas, resiste la embestida de los “fifís” conservadores de OCHOA y NUÑO, aliados de la élite económica. En el PAN la lucha intestina también arrecia.
La 4T está de plácemes.
POR JUAN CARLOS LÓPEZ ACEVES