NUEVO LAREDO, TAMAULIPAS.- Luego de permanecer seis años en una fosa común en Nuevo Laredo, los cuerpos de Jonathan Organista Ballesteros, y su amigo Noe Ignacio Alférez Hernández de 17 y 21 años, víctimas de desaparición forzada por elementos de la Marina en 2018 fueron sepultados en Nuevo Laredo.
Los elementos de Operaciones Especiales de la Secretaría de Marina detuvieron a los dos jóvenes el 18 de febrero de 2018 en el crucero de Fundadores y Transformación, en la colonia Infonavit de Nuevo Laredo.
A partir de ese momento, las madres de los jóvenes iniciaron la búsqueda sin resultados positivos, sin embargo, el 23 de abril de ese mismo año, la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJT) localiza dos cuerpos masculinos, semi enterrados en una brecha ubicada a la altura del kilómetro 23 de la carretera Nuevo Laredo-Piedras Negras.
Sin embargo, no informa a las familias de más de 30 personas desaparecidas en esas fechas en esta ciudad y el 30 de mayo de ese 2018, los restos de los dos jóvenes fueron a parar a la fosa común en calidad de desconocidos.
La Fiscalía General de la República (FGR) decide atraer un total de 34 carpetas de investigación que existían en la Sub Delegación de Nuevo Laredo, entre ellas, la correspondiente a la desaparición forzada de Noe Ignacio Alférez Hernández y Jonatan Organista Ballesteros quedando registrada FED/TSDHPDSC/FEIDDF-TAMP/0000305/2018.
Y el 5 de octubre del 2023, mediante la obtención de un perfil genético y la confronta con una base de datos de personas fallecidas no identificadas, dieron positivo con los padres de la víctima.
Los cuerpos de los jóvenes fueron entregados de manera formal por personal de la Fiscalía General de la República (FGR) a sus familiares para ser velados y tras un recorrido por el punto donde fueron “levantados” por elementos de Marina, ser sepultados en el panteón Jardín del Rosario de Nuevo Laredo.
Por Perla Reséndez
Expreso-La Razón