LO CLARO. Lo que se difunde sin certeza: Josefa I de México, es llamada a ser (según sus biógrafos) actual emperatriz de México, de ése mundo imperial heredado de la corona austro-húngara. Nacida de la Casa Real Iturbide-Habsburgo y con 74 años de edad Josefa María Carlota de Habsburgo-Iturbide y Orleans Bragaza ‘posee’ el título monárquico desde 1993.
La verdad legal: México ha contado en su legado histórico con dos periodos monárquicos. El segundo fue el de Maximiliano I –a petición de los conservadores de aquella ilustre época-.
El primero sería la desincorporación del yugo de la corona española donde resultó investido Agustín I como monarca en un brevísimo periodo que culminó en su auto destierro para que se lograra la conformación de la república independiente.
Su posterior decisión de regresar le convirtió en mártir al ser aprehendido y fusilado en tierras tamaulipecas “por alta traición a la patria” como se había dictado la consigna desde el entonces Congreso independentista.
El 19 de julio de 1824 se dispone un improvisado paredón para Agustín I en Padilla. Sus palabras finales “¡Mexicanos! Muero por haber venido a ayudaros… y muero gustoso; porque muero entre vosotros. Muero con honor, no como traidor; no quedará a mis hijos esta mancha”.
El testamento final del libertador Iturbide, a razón del segundo bicentenario de su fusilamiento se comparte en el enorme acervo cultural histórico que forma parte de la riqueza incorporada en la Plataforma Memórica México de la que forma parte la Universidad Autónoma de Tamaulipas junto al Archivo General de la Nación.
Enorme cantidad de archivos digitalizados que integran ese patrimonio que nos forja como nación.
Mucho más que importante conocer y resguardar nuestro pasado histórico que nos da libertad y certidumbre legal.
LO CLAROSCURO. Una escritora estadunidense de nacimiento en San Petersburgo (Rusia) Alissa Zinovievna (Ayn Rand), hacía una claridosa predicción de lo que, a su juicio, era el inevitable futuro de la sociedad que ya nos rige. Sin distinguir límites geográficos de los países que integramos este Continente.
(sic) “Cuando adviertas que para producir necesitas autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes no trafican con bienes sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por su trabajo y que las leyes no te protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra ti; cuando descubras que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto-sacrificio, entonces podrás afirmar (sin temor a equivocarte) que tu sociedad está condenada”.
Otro ‘ex ruso’ Alexander Solzhenitsyn pronunciaba un genial discurso en Harvard ante una generación estudiantil ‘graduante’ en 1978 donde manifestaba 22 puntos cruciales desde su punto de vista que señalaban en concreto, la aniquilación de la posteridad humana desprendido del conformismo y la falta de espíritu para continuar –con coraje- evolucionando y dejar de lado la comodidad del bien-estar.
(sic) “El socialismo de cualquier tipo conduce a la destrucción del espíritu humano; a la disminución del coraje que se advierte en occidente. Ésta ha sido considerara como ‘el principio del fin’, donde incluso la biología sabe que la seguridad y el bienestar extremo no son ventajosos para un organismo vivo”.
Y agregaba “La defensa de los derechos individuales ha llegado a extremos tales que dejan a la sociedad en su conjunto indefensa frente a determinados individuos. Es hora de defender antes que, a los derechos humanos, a las obligaciones humanas”.
“La decadencia del arte y la falta de grandes estadistas son ejemplos de la debacle de este sistema imperante.
La democracia –según los Estados Unidos- es garantía de derechos humanos porque el hombre es criatura de Dios. El problema es que debe aceptar usted a ese Dios para que se cumpla esa sentencia”.
La pobre conclusión que desprende a lo expuesto es que incluso en México hemos dejado en manos de quienes nos gobiernan la inefable obligación de sacar adelante a nuestras familias bajo el argumento de mayor bienestar y progreso, derivado de sus colores partidistas.
Que no avancemos más que a través de sus ideales. Tarjetas canjeables por apoyos, contribuciones al gasto público, etc.
Nos volvemos conformistas, apegados a criterios cómodos de una ideología que nos arrastra al fracaso sin remedio.
COLOFÓN: Sin promover las pasiones hacia la anarquía, la falta de presencia de más sociedad en la toma de decisiones nos obliga a pensar que vamos inexorablemente a una sociedad estatizada.
Incluso nos han dicho qué nombres sí están autorizados por el gobierno para que impongamos en el registro civil a nuestros hijos. La extinción consecuente es el inexorable destino.
Gracias a Trump, tendremos una semana ocupada y atenta a la salud de su oreja por el atentado (o auto atentado) y continuaremos en esta novela gubernamental llamada ‘vida’.
POR ALEJANDRO DE ANDA
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