ALTAMIRA, TAMAULIPAS.- Pescadores del Ejido Armenta de Altamira, colocan costales llenos de arena para tapar la ruptura del cordón litoral y evitar que el agua dulce de la laguna Las Marismas termine en el mar.
Hace tres semanas, el desbordamiento de la laguna a causa de la intensa lluvia provocó que el frágil cordón litoral se rompiera, situación que afecta a más de 80 pescadores de la zona.
El residente de Armenta y pescador, Carlos Maldonado detalló que la laguna Las Marismas es de agua dulce, a ella desemboca el agua de otras lagunas, localizadas en la Nuevo Madero, Pedrera, Contadero, entre otras.
“Es agua dulce y es la que baja de la colonia Nuevo Madero, del Contadero, de la Pedrera y del Jagüey del Conejo y si es poca la lluvia no se rompe, pero si son lluvias torrenciales como las de está temporada, esas sí hicieron un boquete grande”.
El año pasado no hubo ruptura del cordón litoral, pero desde hace unos días un grupo de trabajadores laboran a marchas forzadas para tapar entre 70 y 75 metros.
“Debemos tapar el boquete porque nosotros vivimos de la pesca y lo que ingresó se va salir y ya tenemos asegurada la cosecha de este año, camarones, jaibas, tilapia y todo lo que bajó de arriba”.
Resaltó que las Marismas reciben los escurrimientos de Madero, de Tampico y Altamira y eso la hace muy productiva porque es agua limpia, “agua de lluvia y el agua de mar entrará en dos o tres ocasiones a la laguna, solo cuando hay mal tiempo, pero enseguida sale porque rompe el cordón litoral”.
Afirmó Carlos Maldonado que el cordón no se rompía de tal magnitud desde hace varios años, nunca es el mismo lugar, “y cuando son rupturas cerca del puerto, las autoridades de ahí nos echan la mano, pero ahorita estamos muy retirados del puerto”.
La colocación de los costales comenzó el jueves pasado y se calcula que en una semana habrán tapado la ruptura.
“Conseguimos que el municipio nos enviara unos costales y nos estamos apoyando en los costales para hacer la tapada. Aquí somos 80 pescadores, entre libres y socios, pensamos terminar en una semana y poder quedar tranquilos, así como las comunidades cercanas, al pensar que el agua va llegar para allá”.
Reconoció que el aumento en el nivel de la laguna los tomó desprevenidos, no tuvieron tiempo de prepararse y hacer una ruptura controlable.
Regularmente las rupturas se tapan de manera natural y no se hacen los estragos que causó la bajada de agua, ocasionada por las fuertes precipitaciones.
“Entre 70 y 75 metros se rompieron, en otros años había sido entre 40 y 50 metros, la actual es la ruptura más grande que se ha hecho y traemos una cuadrilla de gente, hay socios de nosotros trabajando”.
Sobre el proyecto de reparación del cordón litoral, los pescadores dijeron conocer que los trabajos empezarían este año, sin embargo no hay avance.
“Los rompeolas sí nos conviene porque eso retiene la tierra, esperamos en Dios que sí lo hagan, para beneficio de nosotros y para protección del cordón litoral del Golfo de México”.
Puntualizó que es urgente la realización de la obra, porque no tan solo los pescadores de Armenta serían beneficiados, sino también la iniciativa privada y la población.
“Teníamos entendido que empezaban este año, pero ya llevamos medio año y no hemos visto nada, según iban a tirar piedra del Abra, sin embargo no hemos visto nada, quién sabe cuándo se hará”.
Relató que el cordón litoral tenía 15 metros más de lo que hay en la actualidad, había pinos, vegetación, mangle, “pero desgraciadamente el mar se lo ha tragado todo”.
“Por lo menos medio kilómetro nos lo tiene ganado el mar y si continúa así, va llegar a la orilla del monte con el tiempo, porque el mar se sigue tragando a las marismas”, terminó Carlos Maldonado.
ROMPEOLAS
Para frenar la erosión del cordón litoral, el Gobierno Federal tiene proyectado la construcción de 13 rompeolas.
La licitación de la primera etapa fue lanzada a principios de marzo por parte de la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) y fueron etiquetados para los trabajos un monto de 207 millones de pesos, aunque la cantidad requerida para todo el proyecto es de 800 millones de pesos.
La licitación LO-13-J2Y-013J2Y001-N-9-2024, establece la coordinación, supervisión y control de la obra de protección del litoral costero sur, mediante construcción de rompeolas paralelos a la costa, primera etapa, en el Puerto de Altamira.
Los rompeolas tendrán una longitud de 200 metros y la separación entre cada una de ellas también será de 200 metros, la profundidad será de dos metros.
Desde que comenzó el dragado del canal de navegación del Puerto de Altamira en los años ochentas, también empezó el desgaste del cordón litoral, el cual es una barrera natural que disminuye el impacto de las olas.
Se calcula que la línea de playa ha retrocedido 180 metros y de no hacerse la reparación, ingresaría agua del mar a través de la laguna de las Marismas y llegaría hasta las áreas más vulnerables de Altamira y Ciudad Madero.
Por Óscar Figueroa
Expreso La Razón