Bien se sabe que Tamaulipas es el estado con mayor potencial de desarrollo a partir del aprovechamiento de los hidrocarburos, lo mismo por la existencia de yacimientos de petróleo y gas como de la infraestructura para la explotación y distribución.
Del norte al sur, con sus dos puertos de altura en Tampico y Altamira, así como las instalaciones que se están adaptando en El Mezquital, llamado Puerto del Norte, el estado sigue siendo uno de los principales destinos de inversiones públicas y privadas orientadas al sector energético.
Un ejemplo de que la entidad es el lugar preferido por empresas del sector, es el proyecto que se inició ayer con recursos federales y cuyo acto formal de comienzo de los trabajos encabezó el gobernador Américo Villarreal Anaya.
Américo estuvo en Reynosa, en donde temprano tuvo varias actividades como la tradicional ceremonia de honores a la bandera y diversos encuentros con autoridades locales. Luego, el mandatario asistió al arranque de la obra, considerada una de las más ambiciosas de este año.
Se trata de la construcción del gasoducto Libramiento Reynosa, en donde se invertirán 2 mil 980 millones de pesos y consolidará al estado como el más importante del país en materia energética.
Con Villarreal estuvieron el director del Centro Nacional de Control de Gas (Cenagas), Abraham David Alipi Mena y el director de la Agencia de Seguridad, Energía y Medio Ambiente, Ángel Carrizales López, además de invitados varios.
Como decía, el proyecto del Gasoducto Libramiento Reynosa permitirá al estado consolidar su posición como referente en el sector energético nacional, lo mismo en el rubro de hidrocarburos que en el de electricidad.
Y aunque históricamente la explotación y refinación del petróleo se da en el sur, en la zona norte se tiene una vocación también orientada al aprovechamiento de yacimientos de gas en la Cuenca de Burgos, así como de los de petróleo que se ubican en aguas del Golfo de México.
En el caso de la obra que se inició formalmente ayer, se trata de la construcción de instalaciones nuevas que en los hechos será la reubicación del gasoducto actual, cuyo trazo quedó dentro de la mancha urbana y es preciso modificar para garantizar la seguridad de los habitantes, de su patrimonio y de la infraestructura pública.
Pero además de esto, el proyecto generará un mayor dinamismo económico en la región cercana a Reynosa, pues alentará el surgimiento de nuevos asentamientos industriales, aumentará la capacidad de transporte de gas y contribuirá a mejorar el abasto de este combustible en diversas zonas del país.
El nuevo gasoducto Libramiento Reynosa tendrá una longitud de 58 kilómetros con tubería de 24 pulgadas e incluye 25 obras especiales: cinco tunelados, ocho cruces direccionales y 12 cruces a cielo abierto, además de que se desarrollará a lo largo de 31 predios.
LO QUE GANÓ “EL GEÑO” EN EL VERDE
A pesar de que no obtuvo los resultados que tanto habían anunciado en los comicios del mes pasado, los del Partido Verde consideraron que invitar al exgobernador Eugenio “El Geño” Hernández Flores como integrante de su directiva nacional les ayudará en su proyecto de crecimiento.
El Verde, convertido en parásito electoral de Morena, como antes lo fue del PRI y del PAN, quiere aprovechar que tiene una bancada con diputados que ganaron por la fuerza de la estructura morenista y la oficialista en todo el país. Piensan que pueden crecer más y que pueden convertirse en la segunda fuerza política.
Es un plan bastante ambicioso considerando que el Verde no tiene una estructura propia, figuras ni personajes con la mejor imagen en lo general.
También, reconociendo que han sido la alternativa a la que ha recurrido el oficialismo, primero del PRI y ahora de Morena, para hacerse de una oposición ficticia y con bancadas afines.
Resulta que hace días, “El Geño” Hernández fue invitado a ser el nuevo Secretario de Operación Política del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Verde, algo de lo que sabe bien.
Los seguidores del compañero Andrés Manuel seguramente recuerdan que en la elección de 2006, Eugenio operó a favor del panista Felipe Calderón en aquella derrota que López Obrador sigue sin digerir.
Pese a que Hernández Flores sigue siendo requerido por autoridades de Estados Unidos que lo quieren enjuiciar por varios presuntos delitos, Hernández Flores fue candidato al Senado por el Verde -con el visto bueno de Morena y de López Obrador- y si buen ejerció un millonario gasto, no pudo conseguir ganar el segundo sitio en la elección.
Y aunque tuvo un rotundo fracaso en esta aventura electoral en la que los tamaulipecos le hicieron saber el lugar que tiene, Eugenio salió ganando porque tendrá ahora una posición que le dará visibilidad y proyección política.
Ante la carencia de cuadros políticos experimentados y conocidos, el expresidiario se convertirá en una de las “figuras” del Verde, lo que sea que se entienda con eso.
En Morena deberían ver esto con suspicacia, pues “El Geño” ha dicho que desde ese cargo partidista trabajará para el proyecto de la presidenta electa Claudia Sheinbaum.
Si los morenistas y el círculo cercano a ella quieren mayor legitimidad, deberían mantener alejados a personajes con un pasado cuestionable, con acusaciones graves en Estados Unidos y con una imagen que más que ayudar, ensucian la buena percepción que millones de votantes tienen de ella y por lo cual le dieron su voto.
Los burlones que nunca faltan, han dicho que desde su posición, Hernández Flores se entenderá bien y tendrá empatía con otros personajes que, como él, pasaron por penales y ahora están encargos públicos obtenidos a través del Verde y de sus alianzas con Morena, como sucede en San Luis Potosí, por ejemplo.
POR TOMÁS BRIONES
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