REYNOSA, TAMAULIPAS.- La activista y defensora de derechos humanos, Delia Quiroa Flores Valdez, hizo un llamado a los líderes de dos grupos delincuenciales a que ayuden a localizar con bien y con vida a un profesor secuestrado ayer en Reynosa y que, pese a pagar el rescate solicitado por sus captores, no ha sido liberado.
El secuestro del docente de la escuela secundaria general No. 10 de Reynosa, fue secuestrado por hombres armados, la noche del martes 23 de julio, cuando llegaba a su domicilio en compañía de una de sus hijas menor de edad.
De acuerdo con un video de vigilancia de un domicilio cercano, a las 20:23 horas llegó la camioneta del profesor a su casa, cuando de una camioneta gris y un vehículo rojo se bajan dos hombres con pasamontaña y armados, mientras otro sujeto armado también baja.
En 16 segundos los hombres armados salen con el maestro a quien llevan encañonado y lo suben a la camioneta, mientras su pequeña hija sale siguiendo a su papá, mientras los sujetos se van con rumbo desconocido.
En la cámara del interior de la cochera del domicilio del profesor, se observa otro ángulo del rapto. A las 20:30:29 se ve a uno de los sujetos abriendo la camioneta, mientras otro pistolero jalonea al maestro, quien alcanza a tomar a su hija del brazo.
Los hombres empujan al profesor a la salida, mientras la pequeña, quien no entiende lo que sucede, sigue a su padre, mientras los hombres armados lo empujan a una camioneta.
Cuando los hombres se van, la niña regresa al interior de la cochera, se sube a la camioneta y oprime el botón para cerrar la cochera.
A través de su cuenta de X, la activista Delia Quiroa Flores Valdez, hace un llamado a los líderes de dos grupos delincuenciales con operación en Tamaulipas, “creemos que la convivencia en paz es posible en nuestra frontera y es por lo que, los seguimos invitando a que, por lo menos, acuerden una tregua de paz, en pos del bienestar de todos los tamaulipecos”.
La activista solicitó la ayuda para localizar con bien y con vida al maestro Juan Manuel López Salinas, secuestrado en su domicilio y frente a su menor hija, “demuestren que pueden ayudarnos a través de la empatía y solidaridad que alberga en sus corazones”.
Por. Perla Reséndez