La consejera del Instituto Electoral de Tamaulipas, Marcia Garza Robles, hizo un llamado ayer a poner sobre la mesa una nueva reforma electoral que tenga como fin adecuar la norma para que, quien viole la ley, sufra consecuencias reales en sus aspiraciones políticas.
“Hay muchas áreas de oportunidad que se ocupan para una reforma a las leyes electorales que me parece son urgentes y muy necesarias”, dijo y luego recriminó que ni los consejeros del IETAM, ni los magistrados del Tribunal Electoral, han sido tomados en cuenta para la discusión de las últimas iniciativas.
En algo tiene razón: los partidos políticos y sus candidatos ya le tomaron la medida a la ley, y han encontrado mecanismos para romper las reglas sin ser sancionados de manera contundente.
Los casos son muchos, desde actos anticipados de campaña hasta violencia política de género, son muchos los aspirantes que caminan al filo de la legalidad, o incluso pisan el otro lado, con la tranquilidad de que no recibirán más que un apercibimiento.
El Secretario Ejecutivo del Instituto, Juan de Dios Álvarez, le dio la razón al recordar los personajes que han sido castigados en los últimos procesos, pero sin consecuencias mayores.
En esa lista está incluido el ex gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, por su intervención ilegal en la campaña del 2022, pero hay muchos más como la dos veces candidata a la alcaldía de Nuevo Laredo, Yahleel Abdala, o el alcalde de Reynosa, Carlos Peña Ortiz.
Tan solo en el proceso electoral 2023-2024 fueron 17 personas que ingresaron al catálogo de sujetos sancionados por diversas infracciones que fueron desde la propaganda gubernamental en campaña hasta el uso indebido de recursos.
Una vez más, el único castigo fue la amonestación pública y su registro en el catálogo de infractores.
Sobra decir que la falta de rigor para quienes violan la ley electoral es un claro aliciente para la reincidencia.
La caía de “El Mayo”
Ni duda cabe de que la detención de Ismael “El Mayo” Zambada y de Joaquín Guzmán López cimbra al entramado criminal del país.
Se trata de una captura de alto perfil, quizás la más importante desde la segunda aprehensión de “El Chapo” Guzmán.
Por lo pronto resulta complicado anticipar las consecuencias que tendrá, pero sobra decir que la detención tiene muchas implicaciones.
En lo político, desde ayer ya se urdían todo tipo de teorías al respecto.
En su arista más seria, el de la seguridad, todavía hay pocas certezas sobre el impacto que tendrá en la lucha territorial de las bandas criminales.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES