CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- La Central de Autobuses de Ciudad Victoria se ha convertido en un símbolo del abandono y la desidia, tanto en su interior como en su exterior.
Con una infraestructura deteriorada, accesos inadecuados y el 90% de sus locales comerciales abandonados, esta central camionera se destaca negativamente en comparación con las de otras ciudades de la región, como Tampico, Madero, Matamoros, Reynosa, San Luis y Monterrey.
Al llegar o salir de la ciudad utilizando el servicio de transporte foráneo, los pasajeros se encuentran con un panorama desalentador: grandes baches, sala de espera sin asientos y los pocos que existen son incómodos y antiguos.
La central, que lleva más de 25 años sin recibir ninguna mejora significativa, presenta un mobiliario antiguo y deteriorado, baños en condiciones deplorables y locales que llevan mucho tiempo sin funcionar, además de un comedor antiguo entre otros factores.
En el exterior, el pavimento está destruido con baches profundos, pedazos de cemento y grandes rocas instalados a propósito en medio de la vialidad de acceso, lo que impide a los pasajeros bajar con comodidad. Además, hay falta de vigilancia y ninguna orientación turística.
Los taxis que operan en la central son en su mayoría pequeños vehículos marca Nissan, sin aire acondicionado.
Las fondas, taquerías, moteles y cantinas aledañas presentan un aspecto desaliñado y con pintura desgastada.
La concesión del inmueble de la Central Camionera a una empresa privada por parte de la antigua SCT (gobierno federal) tenía como objetivo mantenerlo como un sitio digno, pero después de una remodelación ocurrida hace más de 25 años, no se ha realizado ningún mantenimiento significativo.
Esta situación es indigna de una ciudad capital como Ciudad Victoria y representa una asignatura pendiente que los últimos alcaldes no han abordado adecuadamente, incluyendo a Álvaro Villanueva Perales, Miguel González Salum, Alejandro Etienne Llano, Óscar Almaraz Smer, Xicoténcatl González Uresti y Pilar Gómez Leal.
Durante un recorrido por las instalaciones, se pudo constatar el nulo mantenimiento de la central, donde operan al menos seis líneas de autobuses de pasajeros.
En el área vehicular exterior, los usuarios encuentran múltiples baches, bancas rotas y oxidadas.
Al ingresar al inmueble, se observa un escenario tétrico y desolado, con pocos usuarios, espacios olvidados, techos agrietados y locales vacíos que sirven como bodegas de cachivaches.
Los baños, por los cuales se cobra seis pesos por su uso, ofrecen un servicio insalubre, con inodoros descompuestos.
En la parte trasera, donde se estacionan los camiones y abordan los pasajeros, la situación es similar, con áreas que deberían ser verdes convertidas en espacios donde se acumulan mobiliarios inservibles y más basura.
Los usuarios lamentan las condiciones del inmueble, especialmente porque se trata de la capital de Tamaulipas, donde arriban personas de toda la entidad y el país.
La Central de Autobuses de Ciudad Victoria no solo deja una mala impresión a los visitantes, sino que también afecta negativamente a los residentes que utilizan sus servicios regularmente.
Por Raúl López García
EXPRESO-LA RAZON