El Tratado de Guadalupe Hidalgo prometió la ciudadanía estadounidense a los mexicanos que quisieran quedarse en Texas, sin embargo, fueron relegados a un estatus de segunda clase. Asimismo, si bien dispuso que los derechos de propiedad de los sujetos mexicanos serían inviolables, estos derechos fueron posteriormente impugnados por las autoridades estadounidenses.
La gran mayoría de los mexicoamericanos también sufrieron discriminación racial, y las diferencias culturales, étnicas y religiosas entre anglos e hispanos persistieron en las décadas posteriores a la guerra del 47.
En un punto de Matamoros nació Gregorio Cortez
Gregorio Cortez nació en un punto entre Matamoros y Reynosa, el 22 de junio de 1875. Hijo de Román Cortez Garza, un ganadero de la región, y de doña Rosalía Lira Cortinas. El matrimonio vivía en el rancho San Juan, jurisdicción de Reynosa, ahí nació su hermano Román, el 3 de marzo de 1863, según consta en su acta de nacimiento.
Esto último lo recalco, ya que algunos autores afirman que su hermano se llamó Romaldo, algo que se aclara en el IPregistro civil de Tamaulipas donde consultamos.
En 1887, Gregorio y su familia se mudaron a Manor, Texas, cerca de Austin.
Dos años más tarde, Cortez se unió a su hermano mayor, Román Cortez, para encontrar empleo estacional en las granjas y ranchos del sur de Texas.
Finalmente, Cortez se casó con Leonor Díaz; tuvieron cuatro hijos.
Después de once años como vaqueros y peones de campo, Cortez y su hermano se establecieron en una granja en el condado de Karnes y alquilaron tierras a un ganadero local.
Se sabe que hablaba inglés y poseía caballos.
En el momento en que Cortez y su familia emigraron al sur de Texas, los anglos también habían comenzado a penetrar en la región en números cada vez mayores, particularmente con la llegada del ferrocarril.
A medida que el poder político y económico se trasladó a los recién llegados, la mayoría de los mexicoamericanos, como Cortez, vivieron como trabajadores agrícolas contratados o como agricultores arrendatarios.
De Leonor Díaz se divorcia en 1903 y en 1905 se casó con Estefana Garza. No tuvieron hijos y luego se separaron.
El incidente que
lo hizo famoso
El 12 de junio de 1901, poco antes de cumplir 26 años, Gregorio mató para proteger a su hermano Román, balaceado por el sheriff Morris.
Pero para entender esto, debo decirles que todo se originó debido a un supuesto robo de un caballo.
Lo acusaba un tal Villarreal, quien previamente había reconocido que no había sido robo, sino un cambio por una yegua de Gregorio Cortez, pero después se retractó.
Este mal entendido le trajo dificultades con el sheriff Brack Morris, quien llegó a los interrogatorios acompañado de uno de sus suplentes, Boone Choate, que sabía hablar español y serviría de intérprete. Interpretando la respuesta como una mentira, el sheriff dejó en claro su intención de arrestar a los hermanos Cortez.
Se intercambiaron más palabras y siguió un tiroteo.
El sheriff fue el primero en sacar una pistola a pesar de la sospecha por su parte de que probablemente ambos Cortez estaban desarmados.
Gregorio mató al alguacil Morris en defensa propia, después de que el alguacil disparara repetidamente contra su hermano Román, quien, pensando que Gregorio estaba desarmado, corrió hacia el alguacil
tratando de proteger a Gregorio. Cortez luego disparó a Morris con su pistola.
La huida de los Cortez
Después del enfrentamiento con el alguacil Morris y el ayudante Boone, Cortez quería llevar a su hermano herido al pueblo más cercano, Kenedy, Texas, para recibir asistencia médica a unas 10 millas de distancia.
Ambos a caballo, tuvieron un difícil viaje, ya que Román resultó gravemente herido y siguió cayendo de su caballo en varias ocasiones. Gregorio finalmente llegó a Kenedy, y ahí dejó a su hermano para que lo atendieran y comenzó su huida de las autoridades.
Como los oficiales pensaban que Cortez se dirigía al sur hacia la frontera para escapar, decidieron dirigirse hacia el norte para confundir a sus perseguidores. Después de pasar un par de días en el rancho Robledo, las autoridades descubrieron el paradero de Cortez, enfrentándose en un paraje llamado Belmont, en el que mató al agente Schnabel y al alguacil Robert M. Glover .
Román Cortez murió en prisión el 9 de agosto, después de dos meses de intenso sufrimiento.
El corrido que lo inmortalizó dice:
“Decía Gregorio Cortez, con su pistola en la mano: No siento haberlo matado, al que siento es a mi hermano”.
Gregorio logró eludir a cientos de hombres en la frontera entre Tamaulipas y Texas antes de ser finalmente capturado el 22 de junio.
El primero de los juicios de Cortez comenzó el 24 de julio de 1901 en Gonzales, Texas. El jurado estuvo integrado por once angloamericanos y un afroamericano que querían verlo sentenciado. La fiscalía juzgó a Cortez por el asesinato del agente Schnabel.
La prensa mexicana y gringa siguieron la noticia
El Express de San Antonio siguió la cabalgata de Cortez hacia el Río Grande desde el 13 de junio, un día después de que Cortez mató a Morris. Para el día 19, el Express decía: “Al parecer, la única esperanza será copar todo el estado con hombres que lo busquen en las cañadas y rincones y bloqueen cada posible salida”.
La Convención Radical Obrera publicó el 28 de junio que la causa de Cortez, acusado también de matar a un tal Schnabel, había sido revocada por la Corte Superior, porque había en su opinión, falta de evidencia para sostener el veredicto; luego Cortez fue acusado y juzgado por el asesinato del sheriff Morris. Esa causa también fue revocada, manifestando la corte que a Cortez se le debió haber otorgado cambio de jurisdicción y que demás, las evidencias no sostenían el veredicto por ninguna ofensa más grave que la de homicidio involuntario, cuyo castigo era de dos a cinco años de prisión.
Se decía que Cortez merecía ser juzgado, pero estaban seguros de que la mayoría de las causas en que mexicanos eran convictos, podían haber sido revocados apelando a las cortes superiores.
Sin embargo, no hubo celebración de la absolución, tan pronto después de eso, un tribunal en Columbus, Texas, declaró a Cortez culpable por el asesinato del Sheriff Glover y lo sentenció a cadena perpetua.
Aunque la defensa se mostró optimista sobre su apelación, los abogados de Cortez habían construido un caso diciendo que Cortez no había disparado en ningún lugar cerca de Glover en la escaramuza de Belmont, lo que muchos testigos negaron.
La Corte de Apelaciones Criminales pronto confirmó la condena, y el 1 de enero de 1905, Gregorio Cortez inició su cadena perpetua en la Penitenciaría de Huntsville por el asesinato del sheriff Glover.
Prisión e indulto
Cortez fue sentenciado no por la muerte de Morris, sino por su presunto asesinato del sheriff Robert M. Glover, quien fue asesinado durante la persecución.
Los esfuerzos para que Cortés fuera indultado comenzaron con su encarcelamiento y finalmente tuvieron éxito en 1913, cuando el gobernador Oscar Colquitt le otorgó un indulto condicional.
Fue liberado el 14 de julio de ese año, cruzando la frontera a su natal Tamaulipas, estableciéndose en Nuevo Laredo, donde se enlista con las fuerzas federales huertistas que luchaban contra los carrancistas en la revolución mexicana.
Después de ser herido en la guerra, y triunfante la revolución a la que combatió, Cortez cruzó a Texas nuevamente, viviendo con uno de sus hijos en Manor, Texas y luego en Anson, Texas.
El 28 de febrero de 1916, estado recientemente casado por tercera vez con Esther Martínez, Cortez murió repentinamente a la edad de 40 años.
Hasta el día de hoy, se cuestiona la causa de la muerte de Cortez.
Hay supuestos de causas naturales, ataque al corazón, neumonía, o el posible envenenamiento de los «enemigos que no querían verle libre».
Fue enterrado a ocho millas a las afueras de Anson y a quinientas millas de la frontera con su querido Tamaulipas.
Marvin Osiris Huerta Márquez
Expreso- La Razón