Bien dicen que en temas de religión y política es imposible que todos estemos de acuerdo pues cada quien tiene su manera de ver las cosas y se deben de respetar todas las ideologías y credos.
Cierto, la política está echada a perder y ahí hasta parece nadie es merecedor de respeto pues en ocasiones son los mismos políticos los que se empeñan en ridiculizarse.
Pero en el caso de la religión es distinto, el respeto debe ser parejo, la fe es sagrada, lo que representa a DIOS no se debe transgredir bajo ninguna circunstancia, menos hacer sátiras grotescas ofensivas para el cristianismo, mejor apostarle a la paz, aunque se tenga diversidad de pensamientos.
Lo anterior viene a colación por la polémica que se ha desatado en torno a una imagen, que parece ser es lo que más llamo la atención de los juegos olímpicos que la verdad están pasando con más pena que gloria, para el cristianismo es una sátira burda y grosera de la venerada pintura de la Ultima Cena de Leonardo Da Vinci.
Los cultos, o quizá que solo les gusta generar polémica y sentirse liberales, en el supuesto nombre del arte defienden la presentación de la imagen y aseguran que no está basada en la pintura de la Ultima Cena de Da Vinci, sino en “Festin des Dieux” de Jan Harmensz van Bijlert, dicen que no es CRISTO el que está al centro de la sátira, sino APOLO.
Sin embargo y por todo lo que aparece, como show de en la inauguración de los Juegos Olímpicos, aparte de la escena de la imagen en cuestión, hasta el caballo blanco con un jinete oscuro sin rostro, que, aunque quieran hacerla pasar por la Diosa del Rio Cena no lo es, hace ver que si se trata de una sátira da representación de CRISTO y los apóstoles.
Aparte, la pintura a que algunos refieren fue realizada, en 1635, mucho después de la de Da Vinci que fue terminada en1498, en la que aparece APOLO tampoco fue bien vista en su momento pues se veía que prácticamente cambiaron apóstoles por bacaleros y era una burla para el arte sacro y la divinidad.
Igual expertos en arte aseguran que la imagen presentada en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Paris mostrando el festín de la carne, el vicio y la perversión, si la basaron en la Ultima Cena con efecto subliminal pero que llega directo a la conciencia de la gente, también se cuestionan que se incluyan niños en ella.
Gran verdad es que en temas de cultura y la iglesia, utilizando las redes sociales, muchas veces se escribe o habla desde el desconocimiento, lo peor del caso es que en ocasiones, aunque se compruebe que algunas personas estaban equivocadas ellas siguen defendiendo sus datos, tratando de convencer a los demás de la supuesta verdad.
En el caso de la imagen de la Ultima Cena y la pintura que mostraron en la inauguración de los Juegos Olímpicos, razón de más tienen los creyentes de la fe católica al defender la creación de Da Vinci y tachar el acto de herejía la sátira pues hasta los mismos organizadores de las olimpiadas edición 2024 pidieron disculpas.
Al disculparse los mismos organizadores de los Juegos Olímpicos de Paris por la presentación de la imagen y lo que de ella derivó reconocen que si fue una sátira de la obra de Da Vinci y no la blasfemia de Jan Hermensz.
¡Incluso, la misma joven que aparece en la imagen, el mismo día de la inauguración de los juegos olímpicos escribió en sus redes sociales, “Oh sí! oh sí! El Nuevo Testamento Gay”, dejando claro que era una sátira de la Ultima Cena.
Quizá poco se sepa de cultura y nulo conocimiento se tenga por las imágenes importantes para la iglesia y el cristianismo, pero es un hecho, que por más culto que se sea y se sientan en ocasiones hasta escépticos, lo real es que cuando se tiene una dificultad o se está cerca del juicio final, se acude a la divinidad, se le pide a DIOS misericordia. Entonces ¿Porque faltarle al respeto?, bien pudieron exponer otra pintura representando a mismísimo APOLO y sus festines de la carne y vicio con toda y las depravaciones de PARIS.
Antes que cultos en extremo, que en ocasiones no saben nada, o mochos que asisten a la iglesia a comer santos y hacer diablos, primero está el respeto a los valores, a las creencias de cada quien, no generar violencia y poner a DIOS sobre todas las cosas.
Cultos, escépticos o de la religión que sea se debe fomentar la competencia sana, respetuosa, incluyente. No blasfemar, ni siquiera en nombre de la ciencia o la cultura, menos cuando se habla o se escribe desde la ignorancia, o no se conocen las verdaderas razones de lo sucedido.
El verdadero culto y devoción en la religión está en el hacer el bien y sobretodo amar y respetar a DIOS y lo que representa, ni cultos, ni mochos solo respeto a la divinidad.
POR ROSA ELENA GONZÁLEZ