La escasez y mala calidad del suministro de agua se están convirtiendo en una crisis silenciosa en la zona sur de Tamaulipas. Si bien, las presas se han recuperado y las lluvias en la zona han desplazado la presión hídrica que existí, es un hecho que el escenario de sequías prolongadas y fallas en la infraestructura ha llevado a los habitantes de la región no solo a la dificultad de acceso al agua, sino a un impacto económico creciente en los hogares tamaulipecos.
En las últimas semanas, los habitantes de la zona sur han comenzado a reportar que el suministro de agua continúa reducido en algunas colonias. Mientras que en otras áreas la calidad del agua es alarmante. Es así que muchas familias deben racionar el agua disponible o buscar soluciones alternativas, como comprar agua embotellada o emplear pipas privadas.
El inconveniente con el cual todos los hogares de la zona sur se han enfrentado es la calidad del agua con que se abastece a los hogares. El líquido vital suministrado ha presentado altos niveles de turbiedad y olores desagradables, lo que genera dudas acerca de su potabilidad y sus efectos sobre la salud.
En este sentido, muchas familias han tenido que invertir en compras de filtros de agua o purificadores para consumo, lo que también representa un gasto extra. La combinación de escasez y baja calidad está teniendo un efecto económico devastador en los hogares de la región, sobre todo si se tiene en cuenta los costos para la adquisición de agua purificada, en botella o pipas. Por lo que el precio del vital líquido, también, se ha visto afectado. Además, la falta y calidad del agua ha afectado actividades económicas locales, especialmente en la agricultura y el comercio.
Cabe señalar que la mala calidad del agua también ha incrementado enfermedades y condiciones relacionadas. Si bien, las autoridades han hecho un llamado para prestar atención a las condiciones con las que suministra el líquido en la zona, es inevitable la presencia de enfermedades de transmisión oral y otras afecciones asociadas con consumir agua potable en dichas condiciones. Así que, el bolsillo se ve afectado por los costos que se puedan generar por concepto de atención médica.
En algunas zonas las autoridades locales buscan prevenir y poner al alcance algunas medidas para abordar la calidad de agua en las áreas más afectadas, parece no ser suficiente, ya que los afectados saben que son soluciones temporales que no abordan la causa principal del problema.
Es claro que esta situación no es ajena para ninguno de los habitantes de la zona sur del estado, pero si es momento de hacer un llamado como sociedad a las autoridades correspondiente para que se nos provee de una buena calidad del agua.
Estas semanas han puesto de manifiesto que la crisis del agua no es ajena para nadie y que la zona sur de Tamaulipas estaría gravemente afecta. Así que, el escenario pasado debe es un recordatorio de la importancia de una gestión hídrica eficiente y de calidad. Además, es necesario que se suministre agua potable con la suficiente calidad para su uso, ya que las repercusiones económicas y de salud a las que se están enfrentando y se seguirán enfrentando los habitantes de la zona sur subrayan la necesidad de acciones inmediatas para garantizar el acceso a agua limpia y suficiente. Mientras tanto, los bolsillos de las familias siguen resintiendo el costo de esta crisis, que afecta tanto su bienestar como su economía diaria.
POR ANGÉLICA GONZÁLEZ