A estas alturas todavía no está definida la persona que ocupará la presidencia de la Junta de Coordinación Política y la Junta de Gobierno del Congreso de Tamaulipas a partir del 1 de octubre, cuando se instale la Legislatura 66.
Sí hay nombres que están prácticamente descalificados, por lo que la lista ha empezado a reducirse.
Ha trascendido que ni la actual presidenta del Congreso, ni su antecesor están considerados como posibilidades reales.
Úrsula Salazar no cuenta con el respaldo del Ejecutivo, ni de sus compañeros de bancada que lograron la reelección, en un caso muy similar al de Armando Zertuche, al que todavía se le ve como responsable de la debacle que sufrió el grupo parlamentario tan pronto como tomó posesión a finales del 2021.
Así, los aspirantes viables son dos o tres.
Por un lado, el doctor Víctor García Fuentes, de Matamoros, que ganó en las urnas y debutará como legislador.
Fue titular de la Secretaría de Salud en el Ayuntamiento de ese municipio, bajo la presidencia de Mario López y acaso ese sea su principal negativo.
Fue dirigente municipal del PRI en la última época de relativa relevancia de ese partido en Matamoros, y guarda un perfil conciliador, pero quizás su principal ventaja es que hasta donde se sabe, más allá de haber sido una de las propuestas de “La Borrega” para sucederlo, goza de la confianza personal del gobernador.
El otro perfil que se ha puesto sobre la mesa de decisiones es Humberto Prieto, a quien también le juega en contra su filiación política, pues nunca ha negado su cercanía con Maki Ortiz y su hijo, el alcalde Carlos Peña Ortiz.
A su favor pesa el haber sido, junto a su paisana Magaly Deandar, el diputado más aguerrido en la tribuna a la hora de enfrentar a la bancada panista, incluso en los momentos de mayor tensión.
Prieto Herrera, ya fue diputado federal -por el PAN- y quiso ser candidato a la alcaldía de Reynosa.
Otro diputado que ha empezado a moverse con la intención de ser elegible para la coordinación de la bancada es Isidro Vargas, de Matamoros.
Ex presidente de la Mesa Directiva, y presidente de la Comisión de Presupuesto, fue síndico en el primer trienio de Mario López Hernández.
Al final, la decisión de quién asumirá la presidencia del Poder Legislativo dependerá de qué perfil busquen para el grupo parlamentario de Morena: uno que haga valer la aplanadora legislativa por encima de cualquier cosa, o el de una bancada que dialogue con otras fuerzas políticas, aunque no lo necesite.
Pronto lo sabremos.
**
Esta columna se va de vacaciones unos días. Nos leemos de vuelta el 13 de agosto.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ