El próximo 5 de agosto, si no hay cambio de planes, tendrá lugar el primer acercamiento entre los integrantes de los comités de entrega recepción del ayuntamiento de Tampico y de la alcaldesa electa, Mónica Villarreal.
El Contralor y alcalde suplente, Fernando Alzaga Madaria, estará al frente del grupo de los funcionarios salientes que entregarán a los que los relevarán en la administración a partir del uno de octubre la documentación contable e inventarios.
También del estado físico de los inmuebles y todo lo que implica el proceso del cambio administrativo.
En el caso de la alcaldesa Villarreal, aún no se han dado a conocer los nombres de los profesionistas que tendrán a cargo la recepción, seguramente se informará en breve.
La situación es similar en el municipio de Madero. El proceso iniciará a partir del 16 de agosto.
En Altamira, el alcalde reelecto, Armando Martínez, nombrará la próxima semana a los responsables de la tarea.
Volviendo a Tampico, lo que sí está confirmado es que el alcalde saliente Chucho Nader rendirá el sexto y último informe de gobierno en la segunda quincena de septiembre, solo está pendiente la fecha y el lugar de la ceremonia.
En temas de otra índole, la Organización de Estados Americanos, una agrupación al servicio de los intereses de los Estados Unidos, sufre a menudo de miopía selectiva.
Cuando llegan al poder de cualquier país del continente gobernantes incómodos, su visión es de águila y el marcaje total, cuando en cambio, lo hacen amigos o afines, así sea mediante flagrantes fraudes electorales, la vista se le nubla, se llena de cataras, glaucoma, astigmatismo e degeneración macular.
Y a veces hasta de ceguera.
En la reelección del 10 de noviembre de 2019 de Evo Morales en Bolivia, por ejemplo, la OEA denunció inmediatamente que la contienda estuvo plagada de irregularidades y con el apoyo de las fuerzas armadas echaron abajo la elección.
Ahora ha ocurrido algo similar con la reelección de Nicolas Maduro en Venezuela. Todavía no ha concluido el proceso electoral y ya lo ha calificado de fraudulento. Además, ha convocado a una reunión para tratar el caso.
En México el PRI, como se sabe, se mantuvo en el poder a base de fraudes electorales, sin embargo, la OEA jamás se enteró. No vio el fraude con el Revolucionario Institucional impuso en la presidencia a Adolfo Ruiz Cortinas, en 1952, tampoco el de Carlos Salinas de Gortari en 1988 ni el de Felipe Calderón Hinojosa en 2006.
No defendemos a Maduro, no tenemos elementos probatorios para saber si la elección del domingo fue legal o ilegal como aseguran los grupos antagónicos. Solamente señalamos la diferencia del rasero con el que la organización mide los comicios cuando los elegidos son amigos o adversarios de Washington.
Algunos canales de TV han demostrado que las encuestas de salida de la jornada venezolana, tanto las oficiales como las de realizadas por la oposición, que se difundieron tras concluir las votaciones, fueron falsas, también que varios videos de protestas contra Maduro corresponden a hechos ocurridos en años anteriores o a actos ajenos a la elección.
El supuesto reconocimiento de los mandos militares del triunfo de la oposición también fue manipulado y no se ha informado la opinión de a los observadores electorales que acudieron a verificar los comicios.
POR JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ
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