Una asignatura que la LXVI Legislatura del Congreso local está obligada a atender en los primeros días de octubre –tras ser instalada el día 1–, tiene que ver con administración de las comisiones municipales de agua potable y alcantarillado. O de las juntas, según sea el caso.
Hay la intención gubernamental de sanear su operatividad, tanto en el aspecto económico como en las cuestiones técnicas, pues la mayoría, a la fecha, presentan crisis financiera y deficiencias en el servicio.
Esto derivado de:
1) Malos manejos administrativos, convirtiéndolas en ‘cajas chicas’ de los alcaldes para financiar campañas políticas y/o acrecentar su fortuna en lo personal; y
2) La falta de equipo y materiales para el mantenimiento de sus redes, como son vectores, pipas, retroexcavadoras, camiones de volteo, unidades para transportar cuadrillas y otro tipo de maquinaria, que regularmente son rentadas a los amigos, socios y parentela de los encargados de reparar los daños en las válvulas, tuberías y tomas de agua.
Además. hay intereses sindicales en los organismos –que parecen ser feudos familiares–, que igual dificultan el trabajo puntual y eficiente de esos organismos.
Ante ello, resulta necesaria la intervención del Gobierno estatal para el rescate de las comisiones municipales de agua potable y alcantarillado.
Y para eso se requiere modificar la Ley de Aguas del Estado, lo que le corresponde hacer al Congreso local.
Hasta hoy, diversas voces (autorizadas) se han sumado a la propuesta de que la administración de esos organismos quede en manos de gerentes designados por el alto mando de la administración pública, ya que sólo así, dicen, se acabaría con tanta corrupción y deficiencias.
Usted bien sabe que por más que las autoridades de las comisiones municipales de agua potable y alcantarillado aseguren que el suministro del vital líquido es la prioridad, lo cierto es que hay zonas en toda la entidad en donde aún carecen del servicio por la mañana, tarde y parte de la noche.
Además, se continúa con la vieja práctica de suspender totalmente el abastecimiento –o racionarlo–, como medida de presión en contra de los usuarios morosos o como protección a las viejas tuberías que, al tener más presión, revientan fácilmente.
Son dos situaciones distintas, cierto, pero es quizá la concusión más deplorable de cualquier organismo público.
Sobre todo, si esa exacción va en detrimento de habitantes pobres e indefensos, que por falta de conocimiento no pueden reclamar lo que por ley debe serles proporcionado como un derecho humano elemental.
Sin embargo, en los organismos del agua no quieren entenderlo así.
Al menos quienes han hecho de esas dependencias toda una industria personal y de grupo, donde la corrupción es de suyo costumbre.
De ahí el trato inhumano que se da a los que reclaman el servicio, al que por ley tienen derecho, desatendiendo toda instrucción superior o en clara desobediencia a la legislación que prohíbe cortar el suministro.
Generalmente fueron los responsables de las comisiones y juntas de agua quienes se fueron, y sus relevos, quienes más se encrespan cuando se toca el tema, aduciendo que ellos no fueron ni son culpables de la escasez (ni de tanto corte) o fallas en el sistema de bombeo, pero tampoco han ofrecido argumentos convincentes del por qué han dejado en la indefensión a miles de niños, adultos mayores, mujeres, jóvenes y uno que otro vaquetón.
Legislatura entrante
En la integración de la LXVI Legislatura del Congreso local, la mayoría de curules será para Movimiento Regeneración Nacional (morena), al haber logrado en las urnas 15 de 22 diputaciones de mayoría relativa. Y, a esta cifra, hay que aumentarle las posiciones que le sean asignadas por la vía de representación proporcional.
Sin embargo, esto le no alcanzaría para lograr la mayoría calificada –aunque sí para mantener el control del Poder Legislativo estatal–, per con la contribución de sus aliados del PT y PVEM se lograría el cometido, para impedir que sus opositores pongan más trabajas a las reformas que se requieren en materia constitucional.
Ignoro aún, cuántos diputados plurinominales alcanzaran morena, el albiceleste, tricolor y los otros membretes, pero me queda en claro que las presidencias de la Junta de Gobierno y de la Junta de Coordinación Política deben quedar en manos de los legisladores que en las urnas hayan obtenido el mayor número de votos.
Empero, hay ‘glúteos expeditos’ que dan como favorito al ex panista Humberto Prieto Herrera, cuando visto está que asoman otros diputados con más experiencia legislativa y madurez política.
De ahí, entonces, debe hacerse un análisis profundo de la parida, el desarrollo y el futuro de la LXVI Legislatura.
Por eso pregunto:
¿Acá ganó el partido guinda por su popularidad o merced al rechazo al sistema gubernamental del pasado?
Son cosas muy diferentes
Ciertamente, aquí ganó la marca –no sus candidatos–, aunque digan y alardeen, éstos, tener arrastre poblacional.
En fin…
POR JUAN SÁNCHEZ MENDOZA
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