Lo publicó ayer el influyente diario estadounidense The Wall Street Journal y seguramente le causa molestia a López Obrador: “México coquetea con la dictadura”.
El artículo de la periodista Mary O’Grady plantea que de proseguir como van las cosas, con su empecinamiento en que la nueva Legislatura federal apruebe su paquete de iniciativas de reformas a la Constitución para modificar la composición del Poder Judicial y las presiones para que haya una asignación numerosa de posiciones para su partido en el Congreso, el país se irá por esa ruta como ya sucedió con Cuba y Venezuela.
El artículo firmado por la periodista Mary Anastasia O’ Grady hace referencia a esos hechos y advierte que de continuar así, México se encamina hacia una dictadura, un concepto que Andrés Manuel y sus seguidores siempre han querido rechazar con argumentos particulares.
El punto que llama la atención no es que el diario estadounidense, al que no tardan en satanizar y calificar como aliado del imperialismo, advierte sobre un riesgo al que los mercados financieros ya han reaccionado negativamente en semanas anteriores.
Ambos temas siguen ocupando amplios espacios de discusión en la opinión pública y las redes sociales, aunque desde el oficialismo se ha tratado de distraer con nimiedades, rabietas y hasta ocurrencias de Andrés Manuel, como lo ha hecho siempre.
El artículo es duro y no tiene contemplaciones y habla de la desconfianza generada entre amplios sectores de la sociedad, porque el intento del Presidente saliente pretende ejercer un control absoluto en el Congreso, haciendo uso de la sobrerrepresentación partidista en la Cámara de Diputados.
Contar con una mayoría absoluta y dejar pocos espacios a la oposición es el equivalente a deshacerse de cualquier factor que sirva de contrapeso al enorme poder acumulado por Morena.
Es lo que quienes saben de historia y política consideran el paso previo a un régimen autoritario, dictatorial.
El otro asunto que plantea el artículo y del que vale la pena comentar es el de las reformas a la Corte, con el mecanismo que plantea para que los jueces y magistrados sean electos por voto popular, algo que se ha llegado a considerar riesgoso ante la posibilidad de que los grupos que actúan al margen de la ley puedan utilizar para colocar ahí a personajes afines.
Aunque la narrativa oficialista y particularmente de Andrés Manuel apela a la democratización del Poder Judicial, ese discurso deja de lado tramposamente el hecho de que un juez o un magistrado no puede ser seleccionado como si se tratara de un concurso de popularidad, menospreciando la capacidad y trayectoria para favorecer el número de votos que se consiguen de muchas maneras.
Visto así el escenario que puso en la discusión el diario estadounidense, realmente la sociedad mexicana debe atender el tema, alentar la discusión y presionar para que la intentona de López Obrador para quedarse con una sobrerrepresentación en el Congreso y entrometerse en la forma en la que tradicionalmente se ha manejado el Poder Judicial, se convierta en un problema institucional que ponga en riesgo la democracia aún no consolidada en el país.
Sí, el texto debe ser del desagrado de Andrés Manuel y seguramente no tarda en ser demeritado por sus seguidores y amanuenses.
Pero de que tiene argumentos sólidos, de que se trata de una advertencia a la que hay que poner atención y de que plantea un escenario riesgoso para la vida democrática y de libertades del país, es indudable.
Como buen dice la periodista que escribió el artículo para The Wall Street Journal, si el Instituto Nacional Electoral (INE) determina este viernes que la asignación de diputaciones plurinominales para Morena y sus aliados sea mayor a la que argumenta la oposición, habría una sobrerrepresentación del partido oficialista y sus satélites del Verde y el PT, lo que haría imparable el bloque afín a Andrés Manuel y facilitaría realizar las reformas propuestas por el Presidente saliente en el último mes de su mandato.
Recordando la relación tirante, enfrentada, difícil de López Obrador con la Corte y el Poder Judicial en general, no se necesita mucho para entender que sería su golpe final a instituciones con las que no ha coincidido y que han frenado algunas de sus iniciativas por inconstitucionales.
El texto seguramente no le va a gustar al Presidente saliente ni a sus corifeos, pero de que toca un tema de interés general, de importancia máxima, es irrefutable.
No es cosa menor, porque se trata de la definición de la ruta que puede seguir el gobierno de Claudia Sheinbaum.
Lo interesante es saber si la Presidenta electa permitirá que la Legislatura que con la cual le corresponderá establecer relaciones para sacar adelante sus presupuestos, paquetes de leyes y demás modificaciones legales para encaminar sus propios proyectos, sea manejada en su último mes por Andrés Manuel.
Sigo creyendo que es cosa de unos pocos meses para que Sheinbaum se afiance en el poder, que tenga todos los hilos y el control de los factores que influyen en la marcha del país, para recordarles a todos con quién debe estar su lealtad.
Y es ahí en donde seguramente va a chocar con López Obrador, quien para entonces ya no tendrá el enorme poder del que aún goza y abusa en ocasiones.
Pero para eso falta tiempo y mientras, la atención está puesta en el tema de las reformas constitucionales que quiere lograr López Obrador, aunque éstas serían inmediatamente después de que se confirme o no la sobrerrepresentación de los diputados de Morena, Verde y PT en el Congreso. Esta semana es crucial.
REYNOSA Y LOS ABRAZOS
Hace semanas fue Matamoros con el asesinato del presidente de la Federación de Cámaras de Comercio de Tamaulipas (Fecanaco); meses atrás, Nuevo Laredo con la intensidad de las acusaciones entre candidatas durante la campaña por la Alcaldía y ayer, Reynosa, en donde presuntamente se registró el intento de secuestro del padre del Alcalde Carlos Víctor Peña Ortíz.
Hasta la hora en que se entregó este texto, no había demasiados detalles al respecto, pero sí la certeza de que Reynosa es una muestra más de que la política indolente de repartir abrazos ha causado un daño enorme en este país.
Por. Tomás Briones
abarloventotam@gmail.com