Con una magistrada interina “por tiempo indefinido”, y una guerra intestina entre el resto de sus integrantes, el Tribunal Electoral de Tamaulipas atraviesa una crisis inédita.
Ello, en medio del proceso para terminar de validar los resultados electorales del pasado 2 de junio, con asuntos pendientes como la distribución de diputaciones plurinominales, y las constancias de mayoría de algunos municipios relevantes.
El órgano judicial encargado de resolver los asuntos electorales llegó a este punto por varias razones, pero acaso la más importante sea el desaseado manejo político que se le dio en el pasado desde el poder.
Como con tantas otras instituciones, la administración cabecista intentó un control férreo del Tribunal que derivó en una serie de conflictos que hoy parecen irreconciliables.
Los últimos dos presidentes que ha tenido el Trieltam -Blanca Hernández Rojas y Edgar Dánés Rojas- fueron designados por el Senado en el 2018, por lo que en el 2025 terminarán su ciclo y se abrirán dos vacantes.
Un par de años después, fueron designados otros dos magistrados: Ivan Arroyo Villarreal y René Osiris Sánchez Rivas, quienes terminarían su periodo hasta el 2027.
Pero fue en el 2020 cuando empezaron los líos en el tribunal.
En ese momento, la bancada panista en el Congreso de Tamaulipas reformó la Constitución y apeló a la austeridad para reducir de cinco a tres el número de integrantes del organismo, sacrificando así a los magistrados recién nombrados, quienes iniciaron un litigio ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación que terminó dándoles la razón, al confirmar que solo el Senado puede incidir en la conformación del Tribunal.
Así, los magistrados Iván y René fueron reinstalados y adoptaron desde ese momento una actitud crítica con el régimen panista que con el tiempo se fue suavizando.
En el 2021, se registró la renuncia de la magistrada Marcia Laura Garza, para convertirse en consejera del Instituto Electoral de Tamaulipas, por lo que quedó una vacante que fue ocupada por Gloria Graciela Reyna Hagelsieb, quien fue nombrada interina por el mismo Tribunal en una sesión en la que solo participaron Blanca Hernández y Edgar Danés Rojas.
La idea era que su interinato durara hasta que el Senado nombrara una magistratura definitiva, pero tres años después eso no ha ocurrido.
El nombramiento por cierto, fue impugnado por el magistrado René Osiris Sánchez Rivas, quien también controvirtió -igual que su compañero Iván Arroyo Villarreal- la presidencia de Edgar Danés Rojas.
Con ese contexto, sobra decir que las sesiones públicas que protagonizan los cinco magistrados se han convertido en un espacio para las descalificaciones y las acusaciones personales, que ya se han puesto por encima de su responsabilidad de partir justicia en los temas electorales.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES