La semana pasada comenzaron las visorias de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, en busca de talento universitario para el Club Correcaminos en sus diferentes divisiones y ramas. En Ciudad Victoria participaron alrededor de 80 futbolistas, y en Tampico también hubo una buena respuesta. Pero, ¿ahora qué sigue? ¿Es solo una simulación?
No, no es una simulación, ni hicieron las visorias por hacerlas. Este es un proyecto a corto, mediano y largo plazo, impulsado por el rector Dámaso Anaya Alvarado y su equipo. Como él mismo lo expresó, su objetivo es que la UAT sea el semillero de Correcaminos.
De todos los jugadores seleccionados, varios entrarán al proceso del equipo piloto. Este equipo agrupará a los talentos más destacados que asistieron a las visorias en las distintas zonas, y se prepararán como equipo de la UAT durante los próximos meses. En noviembre o diciembre, aquellos con mejor rendimiento y aptitudes recibirán una oportunidad en la categoría que mejor les convenga.
Este equipo llamado “piloto UAT” aún no tiene un entrenador designado, pero la intención es que sea alguien local, y hay muchas opciones disponibles. No es necesario buscar lejos, ya que en la Copa UAT hay entrenadores con experiencia que podrían ser elegidos. Entre ellos, se destacan nombres como Ramón Cedillo, ganador y formador de talentos; Uriel Rivera, actualmente en la Sub-13 de Correcaminos; Óscar Quintanilla, con experiencia en la formación de jugadores; Raúl “Taku” Santana, y Víctor García, quien sigue preparándose y ya cuenta con el título de Director Técnico de la FMF. Estas son solo sugerencias mías, pero la decisión estará en manos de la directiva de la UAT. Ellos tendrán que elegir a uno o dos entrenadores que guíen a este grupo piloto y puedan sacar adelante a jugadores que inicien este proyecto que busca el rector.
No les queda más que aguantar y aprender
El pasado sábado, Correcaminos sufrió una dura derrota ante Dorados. A diferencia de otros encuentros, esta vez fue por errores tanto individuales como grupales. Quizás fue el peor partido del equipo en la era de Paco Cortez, quien no ha logrado obtener resultados positivos en las últimas semanas.
Pero no queda de otra para Paco y sus jugadores más que resistir. Siempre he dicho, y creo que muchos aficionados y personas del fútbol victorense coinciden, que si no se aspira a un ascenso, lo mejor es apostar por los jóvenes. Aunque haya derrotas y malos momentos, forjar el talento tamaulipeco y mexicano es la mejor inversión. Al final, el aprendizaje y la madurez que adquieren en el proceso son invaluables.
Sin embargo, también es importante entender que mucha afición está harta de más de 20 años en la división de plata. Las críticas y burlas de ese sector no van a detenerse.
No se trata de tapar el sol con un dedo. Es verdad que los resultados no han sido los mejores, pero, ¿hace cuánto no veíamos a más de 10 tamaulipecos en el plantel de Correcaminos? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que tuvimos un equipo lleno de mexicanos, con algunos jóvenes y canteranos? Mucho tiempo.
Hoy a ellos les toca “comer tierra”. Les toca aguantar, y ojalá que de todo esto salga algo positivo: la consolidación y el aprendizaje. Finalmente, se están haciendo cosas diferentes, y eso ya es un avance. Hoy se están construyendo los cimientos, lo más pesado y difícil, pero el primer paso ya se ha dado. Ojalá se les tenga un poco más de paciencia y no se interrumpa el trabajo que, aunque sea poco o mucho, ya ha comenzado a marcar una diferencia.
Gracias a quienes leyeron, y en los próximos días entraré en una polémica que muchos me han pedido: ¿es el principio del fin de la verdadera formación? La “talacha” infantil está afectando al fútbol formativo. En lugar de entrenar, los niños juegan constantemente en diferentes torneos que hasta les pagan, y pierden el amor por su academia. Pero eso lo discutiré en mi próxima entrega, el día miércoles.
POR. DANIEL VÁZQUEZ