CIUDAD VICTORIA, TAM.- La penumbra es descuartizada por rayos de luz al acercarse a este cruce de caminos. Un rugido como el de un león enardecido se aproxima y poco a poco va aminorando.
Una enorme montaña de acero en color rojo con un escudo cromado y cinco ejes de ruedas apaga sus faros y finalmente queda hibernando.
El panorama es iluminado con el letrero de una estación de servicio, y un par de restaurantes abiertos las 24 horas y alrededor de ellos una docena de colosos de combustión interna que hacen una breve escala en el camino a esta hora de la madrugada.
Este paisaje de claroscuros contrastantes es tal vez como muchos otros que hay en las carreteras de México, así como de otros países.
Es un paradero de tráilers. Tras una larga jornada chofereando, este punto llega a ser un oasis en el camino. Del tracto camión desciende un hombre alto, de tez blanca, calvo y con larga barba. Su nombre es Tomás y lleva la mitad de su vida trabajando tras el volante, sobre 22 llantas… y a veces más.
El Caminante se echó la platicada con el operador de tráiler a quien conoce desde que estudiaban el bachillerato. Aunque Tomás no viene de una familia de traileros siempre le atrajo todo lo relacionado con motores. ¿Cómo se empieza en la chofereada, de ayudante o iniciaste con tu propia unidad?
Me inicié junto con mi hermano menor ‘a puro ver’ él y yo solos, a puro valor mexicano ¿Cuál tramo es el más cansado para ti? Pues mira, ya después de ocho horas continuas todos los tramos son cansados pero lo más agotador y estresante es el tráfico de las ciudades grandes.
Han sido muchos los tramos recorridos a lo largo del país, fácilmente conozco un 80 o tal vez un 85 por ciento de la república ¿Cómo le haces para poder comer a tus horas? ¿Te ‘malpasas’? En este trabajo es muy raro que comas a tus horas por muchos factores, entre ellos la prisa de llegar, el lugar de estacionamiento, un lugar preferido etc. ¿Qué es físicamente lo que más te desgasta la chamba?
Mucho físicamente, la vista, los riñones, la espalda, problemas de circulación, ¿Cómo sientes que afectan los periodos largos en carretera lejos de casa? Afectan mucho, tanto a uno como a la familia, te pierdes de muchos momentos importantes de tus hijos, esposa, etc. Como dice un dicho “trabajas para que a tu familia no le falte nada, pero al final de cuentas le faltas tu”.
¿Has tenido que realizar viajes estando enfermo? ¿O te detienes hasta sentirte mejor? Como te dije antes, aquí no hay lugar para enfermedades, a casi todos lados los patrones les urge su viaje, pocos se preocupan por el operador. ¿Cómo cuantas horas de sueño te andas debiendo? ¡Uuuuy, pues ya perdí la cuenta! pero de que son muchas, lo son. ¿Has sufrido percances en carretera? Muy pocos, pero ninguno de consideración ¿Y has perdido a algún amigo en un accidente? Si, desgraciadamente sí, es un riesgo que todos tenemos porque en nuestro trabajo las posibilidades aumentan como un 300 o 400 por ciento más
¿Existe algún tramo que digas “ay güey ese sí está peligroso” o que tus compas y tu digan “ahí si me voy con mucho cuidado”? En cuestión de carretera si hay varios y en cuestión de inseguridad yo creo que casi toda la república. ¿Qué sientes cuando apagas el camión al llegar a casa?
La recompensa es llegar con bien a tu casa y que tú familia te reciba gustosa de verte ¿Te gusta tu trabajo? Me fascina, yo creo que es algo que si volvería a nacer lo volvería a hacer ¿Qué le dirías a los chavos que sueñan con conducir un tráiler como oficio? Qué ahorita en este tiempo es mejor estudiar, ya no es como antes en todos los sentidos, ahora ganas poco y es mucho el riesgo por tanta inseguridad.
Si tuviera alguien cercano que quisiera ser trailero trataría de hacerlo cambiar de parecer y si aun así persiste en esta idea pues entonces apoyarlo al cien El trailero tiene que prepararse para continuar con su camino, que lo llevará a alguna parte de Texas.
La jornada se antoja para ser extensa y cansada, pero es el precio a pagar para proveer el sustento que puntualmente Tomás lleva a casa. Su hogar, bendecido por hijos y nietos lo recibirá de vuelta dentro de algunas semanas para pasar unas mini vacaciones y disfrutar esos momentos en familia en los que cientos de kilómetros de asfalto.
El bastón de velocidades empieza a hacer su magia, el ronroneo del motor se vuelve a convertir en un poderoso estruendo. El Caminante le desea un buen viaje y un retorno tranquilo. Demasiada pata de perro por esta semana.
POR JORGE ZAMORA