Lilly Téllez es una mujer bonita, audaz y valiente, pero con un cerebro lleno de telarañas o de odio, mejor dicho. Mire que, como vocera de la oposición, culpar a doña Claudia del fallecimiento de Ifigenia Martínez lo cual no tiene nombre y resulta inaceptable para quienes estamos en sano juicio. Todo porque presuntamente la desaparecida fue obligada a salir del hospital sin considerar su delicado estado de salud.
Lo que sucedió, primero, fue que la maestra deseaba entregar la banda presidencial a Sheinbaum como homenaje a la lucha sostenida por el sexo femenino durante décadas para obtener reconocimiento. Segundo, la familia decidió que asistiera a la ceremonia a pesar de la insistencia de La Jefa en contrario, justo precisamente por la situación en que se encontraba la Presidenta del Congreso.
Ya conocemos la última y triste parte de la historia, sin embargo, las palabras de Lilly dejan constancia de que los adversarios de la 4T no tienen límites para difamar sin importar la ofensa que puedan causar a lo más sensible del sentimiento humano.
Mientras tanto, es indudable que Inseguridad y violencia son prioridades que el supremo gobierno debe resolver. Este martes doña Claudia dio a conocer la estrategia que incluye atención a las causas y la aplicación de investigación e inteligencia para lo cual han de fortalecerse los cuerpos policiacos y militares, en este sentido se entiende que será a su máxima capacidad para terminar con la herencia maldita dejada por los regímenes del PRIAN.
No es secreto la relación de políticos y funcionarios que en el pasado formaron parte de grupos al margen de la ley. El caso de Genaro García Luna es representativo de la promiscuidad imperante durante el neoliberalismo, así como la evidente complicidad del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa mismo que con el mayor cinismo critica, y ataca a la 4T desde el extranjero, como si los mexicas no conociéramos la negra historia que le rodea a partir del fraude que le permitió alcanzar la primera magistratura con la ayuda de Vicente Fox.
De manera que las circunstancias obligan al nuevo régimen a actuar en consecuencia. Una de las medidas fue incorporar la Guardia Nacional a las Fuerzas Armadas cuyos integrantes recibirán capacitación al cien para enfrentar el flagelo. Habrá que ver hasta donde será posible. Este proceso no podrá cumplimentarse sin utilizar información confidencial obtenida por personal especializado. ¿Cuánto tiempo se llevará?, no sabemos. Lo que entendemos es que no será una guerra estilo Calderón, pero de seguro tampoco se repartirán abrazos. No es exagerado decir que el régimen morenista estará condicionado en buena medida, por el éxito o fracaso de la estrategia en cuestión.
SUCEDE QUE
El peso se fortalece; no existen amenazas de retiro de capitales, por el contrario, anuncian nuevas inversiones. Tampoco hay devaluación ni la más leve sombra de ingobernabilidad, en tanto México registra las mayores reservas de la historia calculadas hasta hace cuatro días en 227 mil millones de dólares y disminuye la deuda externa. Por otra parte, no hay país en el mundo-mundial que dude de la legitimidad del régimen encabezado por Claudia Sheinbaum. Sea que los pronósticos catastrofistas de los traidores a la patria de nueva cuenta fallaron. Hay problemas domésticos, es cierto, pero han de resolverse “con el tiempo y un ganchito”, como dice la canción.
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA