En un país en el que la violencia, la impunidad, la inseguridad y los homicidios son cosa de todos los días, Tampico sigue destacando como una ínsula segura.
También, como un destino importante para las inversiones y en donde la inercia del trabajo realizado durante los años recientes, muestra resultados incuestionables.
Ayer, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (ENSU), correspondiente al tercer trimestre de este año y confirma algo que ya sabíamos: Tampico es la tercera ciudad más segura del país.
Esta tendencia se mantuvo en los seis años anteriores a nivel local, contrastando con la violencia e inseguridad generalizadas que prevalecieron en el resto de México durante el gobierno de López Obrador.
La medición del INEGI abarca el último tramo de la segunda administración del panista Chucho Nader como Alcalde de Tampico, lapso en el que también destacó como el Presidente Municipal Mejor Evaluado de México, de acuerdo con las mediciones mensuales que realiza Consulta Mitofsky.
Visto así, mejor cierre de su administración no pudo haber tenido Chucho Nader, antes de asumir su cargo como diputado federal por el distrito 8, que representa a los habitantes de Tampico y Ciudad Madero. Nadie puede discutirlo.
Volviendo a la medición efectuada por el INEGI durante los meses de julio, agosto y septiembre, resulta que los habitantes de Tampico revelaron sentirse muy seguros en la ciudad, algo que ya tiene varios años registrándose debido a la estrategia implementada por las instituciones militares y navales, así como la Guardia Nacional y la Estatal.
La aparición de Tampico como la tercera ciudad más segura del país en la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana del INEGI, es un recordatorio de que se hicieron bien las cosas y de la necesidad de mantener estos niveles en el nuevo ciclo político que se vive en México y en la zona.
Garantizar la tranquilidad de la población de los municipios conurbados es una responsabilidad de las autoridades de los tres ámbitos de gobierno, desde las municipales que deben procurar la prevención, hasta las federales que tienen en su área de acción el combate a los delitos de alto impacto.
En los últimos seis años, Tampico se erigió como un modelo de ciudad segura en México, mientras el resto del país vivía -y todavía- episodios sangrientos cada día, con impunidad, inseguridad y terror.
Todo esto es consecuencia de la absurda política del compañero Andrés Manuel de repartir abrazos y compartir complicidad con los criminales, antes que cumplir con su responsabilidad de aplicar la ley.
Según el INEGI, en el último trimestre del gobierno panista que encabezó Chucho Nader en Tampico aumentó la percepción de la gente en cuanto a la seguridad, al pasar de 78.5% al 80%, algo notable porque en el resto del país ocurría lo contrario.
El porcentaje de ciudadanos que manifestaron al INEGI sentirse más seguros se incrementó 1.5%, lo que representa un máximo histórico desde que la institución empezó a realizar este tipo de encuestas sobre seguridad en zonas urbanas del país.
De esta manera, Tampico se colocó en la tercera posición solamente por debajo de San Pedro Garza García, N.L. -el municipio más rico de Latinoamérica- y de la Alcaldía Benito Juárez, en la Ciudad de México.
Tampico pasó de ser una ciudad insegura en los años de los violentos gobiernos priístas de Eugenio Hernández Flores y Egidio Torre Cantú, a ser una de las ciudades más seguras del país en los últimos ocho años.
Al saber que nuevamente el INEGI da a conocer los resultados de esta importante medición, las autoridades estatales y municipales de Tampico deben celebrarlo, pues se ha mantenido el nivel de seguridad con el que se recibió la ciudad.
Para conservar esto, la nueva administración que encabeza Mónica Villarreal Anaya decidió coordinarse con sus homólogos de la zona conurbada para darle seguimiento a las acciones implementadas a partir de la estrategia que se define en la Mesa de Construcción de Seguridad y Paz.
Sin duda, en la reunión que este martes se lleve a cabo en Altamira, Mónica podrá presumir de los buenos números que la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana del INEGI arroja y que muestran a Tampico como la tercera ciudad más segura del país.
EL ABIERTO TAMPICO Y LA PROYECCIÓN DE LA CIUDAD
Ayer por la tarde, la Alcaldesa porteña Mónica Villarreal Anaya inauguró la octava edición del Abierto de Tenis Tampico 2024, un torneo femenil de carácter internacional que forma parte del Circuito WTA.
De acuerdo con lo que dijo ayer Mónica, el evento deportivo permitirá proyectar a Tampico a nivel internacional porque las transmisiones de los partidos llegarán a más de 150 países y tendrán una audiencia estimada de 13 millones de personas.
El Abierto Tampico es respaldado por varias marcas importantes que muestran su confianza en las condiciones que ofrece la ciudad, para recibir a casi medio centenar de tenistas que llegaron de 23 países. La seguridad que el puerto tiene desde hace 8 años, es el principal factor para ello.
Por cierto, el presidente de la empresa TM Promotores en Deporte y Entretenimiento -organizadora de este torneo- es al mismo tiempo el Director de Deportes del actual Gobierno Municipal de Tampico, Fernando Tamayo Mendoza.
ESCOTILLA
La semana pasada, la Alcaldesa porteña y un grupo de colaboradores tuvieron que entrar de lleno a la solución del problema suscitado en las instalaciones del rastro municipal, que concluyó satisfactoriamente para todos.
Días antes, encabezó un terso proceso de renovación de la dirigencia de una unión de comerciantes en el Mercado del Norte y este martes por la tarde, estará en el Mercado Municipal en donde la designación del nuevo administrador será mediante una elección entre los locatarios.
Mónica ha tenido la oportunidad de dialogar directamente con todas las partes que eventualmente han mostrado inquietud en casos como el del rastro y el mercado municipal, que hasta ahora se han resuelto eficazmente.
Por. Tomás Briones
abarloventotam@gmail.com