Tras un juicio de cuatro semanas y cinco años de permanecer en la cárcel, el ex secretario de seguridad pública de México durante el sexenio 2006-2012, Genaro García Luna, fue sentenciado el 16 de octubre de 2024 a 38 años y ocho meses de prisión, como responsable de vínculos con el narcotráfico.
El fallo judicial de un tribunal de Nueva York, en la que se ventiló el juicio, determinó asimismo oficialmente que el gobierno del presidente Felipe Calderón Hinojosa fue, de acuerdo con la justicia estadounidense, un narco gobierno.
Durante las audiencias del proceso se reveló otro dato interesante que contradice la cifra oficial de muertos del sistema nacional de seguridad pública de México: que no fueron 120 mil los asesinados durante la guerra contra el narcotráfico emprendida por el gobierno calderonista a través de la operación “México Seguro”, como señala la institución, sino 250 mil.
Cuando Hilary Clinton era secretaria de Estado, expresó algo similar. El 10 de septiembre de 2010, la funcionaria señaló que el gobierno de Calderón era un Estado fallido, aunque después se desdijo, luego aseguró que el número de personas fallecidas en acciones asociadas a la guerra antinarco del ejército mexicano era muy superior, más de 162 mil, al que señalaban los datos oficiales.
Afirmaciones parecidas fueron externadas por el director de Inteligencia Nacional de los Estados Unidos, Dennis Blair, de que México era una Estado fallido como el de Pakistán.
Según el Departament0 de Justicia de los EE. UU. que estuvo a cargo del enjuiciamiento, García Luna, quien fue detenido en 2019, se afilió a la organización criminal del cartel de Sinaloa que dirigía Joaquín “El Chapo” Guzmán el 2001 y a cambio de millones de dólares que este le suministró ayudó desde el gobierno a la agrupación a trasladar toneladas de cocina a los Estados Unidos.
Calderón Hinojosa ha repetido en varias ocasiones que desconocía los nexos que su secretario de seguridad tenía con los traficantes de la droga, una afirmación poco creíble, ya que, dijo el expresidente, de haber estado al tanto de las actividades ilegales del funcionario, no le habría encargado el combate al tráfico de estupefacientes.
Si lo sabía, nefasto, si lo ignoraba, como aduce, peor. El abogado y político Diego Fernández De Cevallos, miembro distinguido del PAN, comentó en su momento sobre las declaraciones del michoacano: “es inverosímil que no lo supiera, y si no lo supo, como dice, fue un idiota”.
Antes de que concluyera el juicio contra su excolaborador, sin embargo, Calderón aceptó: “Yo me haría responsable si resulta culpable”.
La pregunta que muchos se hacen es ¿por qué FCH decidió combatir el narcotráfico sin antes analizar a fondo las debilidades y fortalezas del Estado y las de las organizaciones criminales, que aconseja una medida de esa naturaleza y magnitud?
Los analistas en la materia coinciden en que fue porque al presidente de urgía legitimar su gobierno para que la sociedad olvidara que había llegado a la presidencia mediante un fraude electoral, como muchos piensan, pero el brete en que metió al país a causa de la premura y sin tomar las providencias necesarias, parece que ni siquiera lo imaginó.
La historia, cuando ya no haya quien impida decir la verdad sin cortapisas, se encargará de dictar el veredicto inapelable sobre el caso.
Por. José Luis Hernández Chávez
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