Un impactante hallazgo arqueológico ha puesto a México bajo la mirada internacional. Se trata del descubrimiento de una serie de túneles ubicados debajo del sitio arqueológico de Mitla, Oaxaca, los cuales llevarían a la “entrada al inframundo”. La investigación, titulada “Lyobaa”, está conformada por expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Proyecto ARX; y tiene como objetivo estudiar a la antigua civilización zapoteca.
De acuerdo con los especialistas, los zapotecas construyeron una serie de túneles debajo del actual sitio arqueológico. La primera persona en darse cuenta de eso fue el sacerdote Francisco de Burgoa, quien – en 1674 – encontró en los archivos de la Inquisición mexicana un relato sobre las tumbas perdidas de los gobernantes zapotecas dentro de un gran laberinto subterráneo bajo la ciudad de Mitla. Con esta información, en 2022, un grupo de expertos emprendió la misión de explorar el subsuelo de Mitla y confirman la existencia de una vasta red de cámaras y túneles subterráneos.
Zapotecas creían que los túneles eran la entrada al inframundo
Los especialistas aseguran que esta red de túneles pueden conectarse a un sistema de cuevas naturales considerado por los antiguos zapotecas como una entrada al inframundo, o Lyobaa. Como parte de los hallazgos, los arqueólogos descubrieron que debajo de la iglesia de San Pablo Apóstol, existe un grupo de cámaras, de 15 metros de largo por 10 metros de ancho, que parecen comunicarse con la superficie por medio de un pozo o túnel.
Aparentemente, existían cuatro cámaras subterráneas debajo del palacio principal. Estas cámaras servían como santuarios para los Dioses y contenían las criptas funerarias de los sumos sacerdotes y gobernantes. La última cámara subterránea presuntamente conectaba con una profunda caverna: “la última habitación tenía otra puerta en la parte trasera que conducía a un espacio oscuro y aterrador. Estaba sellada con una losa que cubría toda la entrada. Esta caverna aterradora es la razón por la que este pueblo se llamó Liyobaa (entrada al inframundo)”, se lee en un informe compartido por el Proyecto ARX.
Hacían sacrificios humanos para el Inframundo
Las antiguas leyendas indican que en esta oscura caverna se arrojaban sacrificios vivos como ofrendas a los dioses del inframundo. Al parecer, todas las entradas a este laberinto subterráneo se sellaron a finales del siglo XVI con la construcción de una iglesia católica sobre las ruinas, pero todo quedó documentado en los reportes de la Inquisición mexicana.
Estos hallazgos parecen confirmar los relatos coloniales que hablan de la existencia de una vasta red de túneles que formaban un laberinto subterráneo bajo la antigua ciudad de Mitla, considerada por los zapotecas como una entrada al inframundo. Los expertos aún tienen varias preguntas sin respuesta, los científicos se cuestionan si están conectados estos túneles y si son naturales o artificiales. Además, se desconoce si los túneles y las cámaras o están llenos de escombros o inundados.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO