Durante los últimos años, mucho se ha hablado y recordado los accidente y peligrosas caídas que se vivieron totalmente en vivo durante la transmisión del programa “Se Vale” el cual era conducido por Raúl Magaña y junto a él hermosas mujeres como Yuliana Peniche, Mariana Echeverría, Amanda Rosa y Tania Riquenes, entre muchas más.
A más de diez años de haber salido del aire, dos de las conductoras de este extinto programa, ahora tienen juntas un podcast y fue en este espacio en donde recordaron cómo era trabajar en “Se Vale” y revelaron todo lo que sucedía justamente después de que alguien sufría un accidente.
¿Qué pasaba luego de que alguien se caía en “Se vale”?
Mientras que actualmente todos recordamos que luego de una aparatosa caída, se escuchaba el tema “Arremángala, arrempújala”, esto no es todo lo que las conductoras escuchaban, pues a través del famoso “chícharo”, ellas recibían instrucciones específicas de lo que tenían que hacer, para que el público no se preocupara.
Recientemente, Tania Riquenes y Amanda Rosa, dos de sus conductoras, compartieron en el podcast “Mujer de Fases” las dificultades y presiones que enfrentaron tras bambalinas. Lo que parecía ser un show ligero y caótico tenía un trasfondo de tensión que pocos podían imaginar.
Las anécdotas de Riquenes y Rosa revelan que la espontaneidad del programa a menudo ocultaba un ambiente de estrés y exigencia física. Las conductoras se sintieron presionadas a cumplir con lo que les pedían, mientras que sus invitados se enfrentaban a situaciones potencialmente peligrosas, lo que generaba un ambiente tenso. “Había momentos en los que nos cuestionábamos qué estábamos haciendo ahí”, admitió Riquenes, enfatizando que no todo era “color rosa” durante las grabaciones de “Se vale”.
Por su parte, Amanda Rosa añadió que, a pesar de los accidentes y las caídas, la producción insistía en que debían mantener una actitud alegre ante las cámaras: “Decían ‘no pasó nada, sigue el show, báilale, muévete, sonríe a la cámara’, aunque por dentro una estaba destrozada… Emocionalmente, quedábamos mal, pero teníamos que fingir que la vida era súper divertida”, comentó Amanda
Este enfoque de la producción obligaba a las conductoras a ocultar su verdadero estado emocional, lo que se tradujo en una carga significativa para su bienestar, y es que tanto Tania como Amanda asegura que aunque hoy son parte de “memes”, en ese momento no disfrutaban ver lo que estaba sucediendo.
No podían elegir su ropa ni tampoco dar sus redes sociales
Además de los peligros físicos y emocionales, Riquenes y Rosa comentaron sobre el estricto control que la producción ejercía sobre su vida mediática. “En Se Vale no nos dejaban poner nuestras redes sociales en pantalla”, compartió Riquenes. Este control no solo limitaba su exposición, sino que también repercutía en sus oportunidades profesionales.
Además de esta prohibición, respecto a los vestuarios, no era distinta la situación, pues, las exconductoras de Se Vale, recuerdan que no las dejaban elegir los vestuarios que llevaban cada emisión y que incluso tenían prohibido usar pantalones, pues, cada una de ellas tenía una imagen ante el público.
En este mismo espacio, tanto Tania como Amanda revelaron que cualquier intento de buscar nuevas oportunidades, como audiciones para otros proyectos, podría llevar a represalias severas. “Pobre de ti si hacías un casting, porque te corrían”, apuntaron, dejando claro que la lealtad al programa era obligatoria.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO