La (nueva) Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación determina que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) “tendrán derecho a un haber por retiro, de carácter vitalicio”, el cual será equivalente al 100 por ciento durante los primeros dos años; y al 80 durante el resto del tiempo.
Esta oferta fue más convincente que las presiones presidenciales para que, 8 de los 11 ministros se decidieran a presentar su renuncia anticipada, ante el Senado de la República, al vencerse el plazo fijado por la misma ley (octubre 30 de 2024), mediante un documento donde consignan no tener el interés de participar en la elección de juzgadores a realizarse en 2025.
Quienes entregaron la carta de dimisión son, por orden de antigüedad: Luis María Aguilar Morales –impuesto por el ex presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa–; Jorge Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek y Norma Lucia Piña Hernández –recomendados de Enrique Peña Nieto–; Juan Luis González Carrancá y Ana Margarita Ríos Farjat, cuyos nombramientos los ordenó el ex mandatario Andrés Manuel López Obrador.
Sólo rehusaron el beneficio: Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf y Lenia Batres Guadarrama, también impuestas por el tabasqueño.
Sin embargo, José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, el presidente de la mesa directiva de la Cámara alta los amaga con que, quizás, ninguna sea aceptada, por el alto gasto que representa esta pensión vitalicia, que él y la bancada aliancista senatorial, aprobaron acaloradamente y de prisa, lo que lleva a suponer que ni siquiera leyeron el documento, al hoy negarse a respetar su contenido.
Ciertamente, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que ‘los ministros sólo podrán renunciar por causas graves’. Pero la reforma judicial determina que los ministros actuales podrían renunciar, y gozar de su haber de retiro, que ascenderá hasta $ 206,948.00 mensuales, aproximadamente.
Fernández Noroña dice: “Efectivamente ellos (los ministros) reconocen que la Constitución vigente, si presentan hoy su renuncia, a más tardar, les da un retiro con todos sus haberes. Esa parte de la Constitución les gusta mucho. Miren qué simpáticos”.
Por tanto, será el Senado quien evalúe si aceptan las renuncias o no a los ocho ministros.
Claudia Sheinbaum Pardo, por su parte, manifestó que “es un montón de dinero”, pero nadie se ha atrevido todavía a sugerir que se reforme otra vez la Constitución para eliminar lo concerniente al retiro de ministros.
Lo que sí está en duda, es la aceptación de las dimisiones aun cuando la misma ley contempla esa salida para que los juzgadores se retiren antes de cumplir su mandato constitucional; y negarles ese derecho haría ver mal a los senadores que aprobaron la reforma judicial.
No pueden decirse engañados, tampoco, pues durante muchos meses el propio tabasqueño y el diputado Ricardo Monreal Ávila se encargaron de exhibir los excesos de los ministros elevados a rango constitucional.
¿Qué sigue en este pancracio?
POR JUAN SÁNCHEZ MENDOZA
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