ALTAMIRA, TAMAULIPAS.- Productores agrícolas de Altamira le han vuelto apostar a la siembra del frijol, no tan sólo para la venta, sino también para el autoconsumo.
El cultivo dejó de sembrarse por la falta de humedad que predominó en los últimos diez años y los agricultores del sector social optaron por el sorgo principalmente, ya que es un poco más resistente a las altas temperaturas, aunque el precio por tonelada no ha sido el esperado en los últimos ciclos.
El presidente del Comité Campesino Municipal, José Enríquez Reyes calcula que en la zona rural de Altamira fueron sembradas un promedio de 300 hectáreas de frijol negro.
Prevé que cada hectárea tenga un rendimiento de una tonelada, siempre y cuando las plagas no causen demasiados estragos.
Detalló que el combate de las plagas tiene que ser frecuente, de lo contrario la producción podría reducirse, situación que se presenta en todos los cultivos.
La mosca blanca es la que más afecta a las hectáreas de frijol, “pero hay que combatirlo porque es un cultivo muy fundamental para las familias de las comunidades”.
“Son pocas hectáreas de frijol las sembradas en Altamira, sin embargo estamos hablando de unas 300 hectáreas y la producción es de una tonelada por hectárea, esperemos se tenga un buen rendimiento en el actual ciclo”, declaró el representante de los pequeños productores.
Con las lluvias que comenzaron a presentarse a mediados de junio, se logró salvar el ciclo de siembra del sorgo, del frijol y hortalizas, entre ellas el chile, tómate y cebolla.
Sin embargo, puntualizó que las precipitaciones han sido muy disparejas en la localidad, pese a ello todo indica que habrá buenas cosechas.
“Las lluvias han caído muy a tiempo, aunque disparejas, pero muy a tiempo, aunque agarró mucho terreno sin preparar, es decir las tierras no estaban listas para sembrar”.
José Enríquez Reyes, afirmó que cada productor tiene su “guardadito” y que lo emplea si hay buenas condiciones para la siembra, de lo contrario se esperan.
De haber continuado la crisis del agua, los agricultores solamente hubieran hecho una sola siembra en el año, a fin de que las pérdidas económicas no fueran demasiadas.
“En lo que respecta a las hortalizas han comenzado a cosechar, chile, tómate, calabazas y otros productos como el frijol”.
Hace 10 años, un productor tenía la capacidad financiera de sembrar hasta seis hectáreas de frijol, con el paso del tiempo solo trabajaba dos hectáreas y era exclusivamente para el autoconsumo.
Sembrar una hectárea de frijol está por el orden de los ocho mil pesos, lo que resulta caro en comparación a otros cultivos como el sorgo o la soya.
Factores como la sequía, altos precios de insumos y la presencia de plagas, es lo que motivó a los productores a cambiar de cultivos más rentables.
“No puedes sembrar otra cosa en la región, el clima que tenemos en nuestra zona solamente es para ciertos cultivos, aún así la tierra es muy bondadosa porque se da una gran variedad de cultivos, entre ellos la soya, el sorgo, el maíz, el frijol negro, chile y la cebolla”, finalizó José Enríquez Reyes.
Por. Óscar Figueroa/
Expreso-La Razón