Aunque aún falta más de un mes para las celebraciones decembrinas, existen personas que ni bien terminan las festividades por el Día de Muertos y Halloween, se apresuran a cambiar sus decoraciones de calaveras, calabazas y fantasmas, para reemplazarlas por esferas, guirnaldas y pinos luminosos.
Y aunque muchos disfrutan de a llegada de la Navidad, por todo lo que implica, recientemente los psicólogos se dieron a la tarea de investigar qué es lo que hay detrás y por qué hay quienes adornan sus hogares con demasiada anticipación, descubriendo algo sorprendente.
Narcisismo y egocentrismo distingue a quienes “adelantan” la Navidad
De acuerdo con un grupo de psicólogos, existen cierto tipo de personas que se dejan llevar fácilmente por el espíritu navideño de forma prematura, entre quienes descubrieron ciertos rasgos de la personalidad.
La psicóloga Carmen Harra afirma que decorar a inicios de noviembre e incluso mediados de octubre, puede revelar “emociones ocultas y tendencias conductuales subconscientes”, incluido el narcisismo.
“Los narcisistas obtienen una sensación de gran satisfacción al ser el centro de atención, al ser elogiados y aplaudidos. Tiene sentido, entonces, que estos rasgos de carácter puedan cumplirse fácilmente convirtiendo la casa en un paraíso invernal que todo el vecindario pueda admirar”, explicó la experta en entrevista para Daily Mail.
Decorar con anticipación también puede “llenar un vacío”, haciendo que las personas se sientan felices cuando de otra manera no lo estarían, pero también les da a las personas “una oportunidad de presumir” o pintar una “familia perfecta”.
Por su parte, Amy Morin, psicoterapeuta radicada en Florida, dice que decorar para Navidad «despierta la nostalgia», por lo tanto, los tipos sentimentales en particular pueden tener prisa por decorar para recrear momentos entrañables de Navidades pasadas.
“Cuanto antes decoren, más durará la temporada y tendrán más tiempo para reflexionar sobre recuerdos felices y cosas positivas del mundo”, explicó.
En tanto, el psicoanalista británico Steve McKeown también cree que los primeros decoradores son nostálgicos y les gusta «revivir la magia», pero también pueden intentar «compensar el descuido del pasado».
Sin embargo, los expertos coinciden en que existe una tendencia cada vez mayor de personas a considerar que la Navidad «termina» tan pronto como finaliza el 25 de diciembre.
Los 12 días de Navidad, que duran del 25 de diciembre al 5 de enero, marcan el tiempo transcurrido entre el nacimiento de Cristo y la llegada de los tres Reyes Magos. Es por eso que el 5 de enero se considera el último día para quitar las decoraciones, aunque muchos consideran que las festividades han terminado y quintan sus adornos desde la mañana de 26 de diciembre.
CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR