Matamoros, Tamaulipas.- El amor y la desesperación llevaron a César Cantú, un joven emprendedor de Matamoros, a buscar ayuda de cualquier forma para salvar la vida de su abuelito. A través de redes sociales, el domingo lanzó un emotivo llamado: ofrecía tostitos con camarón a cambio de donaciones de sangre para su familiar hospitalizado.
El gesto conmovió a muchos, no por la botana, sino por la preocupación y el esfuerzo del joven. Personas solidarias respondieron de inmediato, no buscando la recompensa, sino queriendo tenderle la mano en uno de los momentos más críticos de su vida.
Sin embargo, la vida no siempre juega a favor. Horas más tarde, César compartió la noticia que nadie quería leer: su abuelito había perdido la batalla.
“Lo intenté todo. Gracias a quienes estuvieron ahí. Descansa en paz, abuelo”, escribió el joven en una publicación que desbordaba tristeza.
Un corazón lleno de amor
César, conocido por ser emprendedor y siempre dispuesto a ayudar, demostró que el amor por su abuelo no tenía límites. Su iniciativa, aunque no logró cambiar el desenlace, unió a personas que ofrecieron apoyo y solidaridad, recordándonos que la empatía aún prevalece en tiempos difíciles.
El abuelo de César, según quienes los conocían, fue una figura clave en su vida, un pilar que dejó enseñanzas, amor y recuerdos imborrables. Ahora, su ausencia deja un vacío enorme en la familia, pero también un legado de amor que César llevará siempre en el corazón.
A César, le deseamos pronta resignación, y al abuelo, buen viaje hacia el descanso eterno. Que el amor que sembró siga floreciendo en quienes lo recordarán por siempre.
Por Raúl López García