CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- La colonia Guadalupe Mainero, una de las más antiguas y emblemáticas de Ciudad Victoria, se encuentra en estado de alerta debido al incremento de actos vandálicos en el parque La Loma. Este espacio, que incluye un parque y un mausoleo, ha sido invadido por delincuentes que, con grafitis, robos y destrucción, están poniendo en peligro la seguridad de los habitantes y visitantes.
Los vecinos denuncian que las instalaciones del parque han sido blanco de actos delictivos, incluyendo la irrupción en las oficinas administrativas, donde se reporta la sustracción de objetos de valor y daños significativos a la infraestructura. Esta situación ha generado una creciente preocupación entre los residentes, quienes temen por la integridad de quienes frecuentan el lugar.
El parque La Loma ha sido históricamente un punto de encuentro y esparcimiento para las familias de la colonia Guadalupe Mainero. Sin embargo, los recientes actos vandálicos han cambiado la percepción de seguridad, alejando a los visitantes y afectando la vida comunitaria.
En respuesta a esta problemática, los vecinos han decidido alzar la voz a través de redes sociales, utilizando hashtags como #EstamosEnPeligro y #VecinosUnámonosContraEstosNefastosRateros, con el objetivo de visibilizar la situación y exigir una respuesta inmediata de las autoridades. «Este parque es parte de nuestra identidad. No podemos permitir que lo destruyan», expresó una vecina preocupada.
La comunidad solicita un aumento en la vigilancia policial, la instalación de cámaras de seguridad y un plan de acción para combatir el vandalismo. Además, proponen la formación de un comité vecinal que trabaje en conjunto con las autoridades para mantener el orden y la seguridad en el parque.
El parque La Loma es un símbolo de la colonia Guadalupe Mainero, y su preservación es esencial para mantener el tejido social y cultural de la comunidad. Los vecinos, unidos en su causa, esperan una respuesta eficaz que les permita recuperar la tranquilidad y seguridad en su entorno.
Por Raúl López García