TAMAULIPAS, MÉXICO.- Bajo el ojo vigilante de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS), en Tamaulipas operan 392 unidades de las farmacias Similares que tienen además 448 consultorios, mismos que atienden a un 60 por ciento de la población, en conjunto con otras farmacias de cadena que tienen esa modalidad de atención a la salud.
Todos y cada uno de los consultorios de Simi por ejemplo, ofrecen consulta de medicina general, dental, nutrición, pediatría y psicología, tienen los permisos sanitarios y son atendidos por médicos titulados, con cédula profesional y la respectiva especialidad.
El organismo que certifica que los médicos sean realmente médicos es la Direccion General de Profesiones a nivel federal, en su página se puede investigar el nombre del médico o médicos que atienden en estos consultorios.
Según las autoridades sanitarias, el 60 por ciento de la población acude a estos servicios, tan sólo en el año 2024 en consultorios Simi fueron ofrecidas 3.8 millones de consultas en Tamaulipas
Dentro de los 448 consultorios de esta cadena de farmacias, que es la más demandada por los costos accesibles en sus servicios, tienen 27 consultorios dentales, 8 nutricionales, 1 de pediatría -en Victoria- y 1 de psicología -en Reynosa-.
Tienen alta demanda por parte de la población que sufre algún problema de salud, por el rango de precios por consulta que es de 60 a 75 pesos por servicios básicos y de 200 pesos en la especialidad de pediatría.
Según el análisis de los empresarios en Tamaulipas de esta cadena de farmacias, hay suficiente servicio en las zonas urbanas, sin embargo hace falta mayor presencia en colonias periféricas de las grandes ciudades o en comunidades más rurales.
Un reporte de la asociación nacional de farmacias de 2022, señalaba que en el país había 44 mil farmacias y un total de 18 mil consultorios adyacentes.
En otras farmacias de cadena, que implementaron el sistema de Simi, ofrecen la “asesoría médica” sin costo bajo la condicionante de comprar los medicamentos en la farmacia.
POR. NORA ALICIA HERNÁNDEZ HERRERA