CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Aunque Ciudad Victoria ha registrado temperaturas congelantes en diversas ocasiones, la nieve es un fenómeno extremadamente raro en esta región.
Según expertos en meteorología, esto se debe a diversos factores que dificultan su formación.
Con la llegada del invierno, las redes sociales suelen llenarse de imágenes de paisajes nevados en otras partes del país, como Chihuahua, o incluso en algunas zonas de Tamaulipas, como Miquihuana.
Sin embargo, en Ciudad Victoria la nieve es una rareza, y su ausencia tiene explicación científica.
Para que se produzca nieve, deben coincidir varias condiciones meteorológicas:
1. Temperaturas extremadamente bajas:
Es fundamental que la temperatura en todas las capas de la atmósfera, desde la superficie hasta las nubes, sea igual o inferior a 0 °C. Este frío permite que los copos de nieve se formen y lleguen intactos al suelo.
2. Humedad adecuada:
La atmósfera debe contener suficiente humedad para que se formen los cristales de hielo que componen los copos de nieve. En un ambiente seco, las probabilidades de nevada disminuyen considerablemente.
3. Sistemas meteorológicos específicos:
La interacción de frentes fríos con masas de aire húmedo puede crear las condiciones para la formación de nieve. Sin embargo, en Ciudad Victoria, aunque las temperaturas descienden drásticamente, no siempre coinciden con niveles de humedad adecuados o la presencia de sistemas propicios.
Otro factor determinante es la altitud de la ciudad, de apenas 316 metros sobre el nivel del mar, lo que dificulta que las condiciones necesarias se presenten simultáneamente.
Aunque rara vez nieva en Victoria, existen excepciones históricas. Por ejemplo, en diciembre de 1983 se registró una nevada que paralizó la ciudad debido a las condiciones peligrosas provocadas por el hielo en las calles.
En conclusión, para que nieve en Ciudad Victoria deben coincidir temperaturas cercanas o inferiores a 0 °C, alta humedad y sistemas meteorológicos favorables.
Dado que estas condiciones son inusuales en la región, la nieve sigue siendo un fenómeno excepcional para los victorenses.
Por Raúl López García
EXPRESO-LA RAZON